Las arenas traicioneras de una tierra lejana [Priv.Tomato]

La risa de Asthar no le cayo para nada bien a Brennian. Para bien o para mal, les hacia recordar a el mismo en sus tiempos mozos.

- Esa maldita arrogancia te llevara a la tumba, Asthar. No puedes subestimar algo que no comprendes. Los varisios subestimaron el poder del Oghma Infinium y esto llevo a la caida de su imperio. ¿Piensas seguir el ejemplo de tus ancestros?

Sonrío ante la primera pregunta que hizo el mago negro.

- El mundo se esta pudriendo de energía abisal, Asthar. Tienes que estar preparado para lo que se vendra porque el destino es caprichoso e inclemente. Si las fisuras dimensionales se extiende hasta tu hogar, tú seras el encargado de cerrarlas...o de inclinarte ante el Vacio. Los Eternos estan impacientes de salir de su prisión...

Se sentó en uno de las sillas que estaba enfrentada a la del Alarion.

- Ellos te traicionaran, Asthar. Uno de tus compañeros te entregara en bandeja hacia el verdadero enemigo. Los otros te usan como herramiento y cuando no les sirvas más, se van a deshacer de ti, como hicieron todos las personas en tu vida.

Darius siempre tiene la mania de compararme con los demas, con mis ancestros, con mis enemigos, con la oscuridad... Darius siempre me compara con los demas, es una costumbre suya de hecho pero no es que me importe mucho. -Lo dices por experiencia propia, ¿Cierto Darius? Yo no sigo el ejemplo de nadie, ni mucho menos cometo los errores que los demas cometen. Dije con un tono acido en mi voz, mientras mi sonrisa no desaparecia en ningun momento, haciendo una clase de competencia con la mirada y presencia de Darius... El color dorado contra el color carmesi.

Sus palabras dejaron cierta huella en mi consciente. ¿Me esta colocando la responsabilidad de proteger a mi hogar por si algun dia el Vacio logra entrar en este mundo? Tonterias. Darius jamas diria algo que podria proteger a este mundo sin una intencion. -Pues se nota que los conoces, a esos que tu llamas "Eternos"... El destino sera inclemente y caprichoso pero nosotros tenemos cierto control sobre el y creo que lo sabes Darius... Y ese control me bastara para enfrentarme al mismisimo Khazum si es necesario por un mundo mejor. -Mi sonrisa desaparecio para observarlo seriamente sin pestañear ni un segundo, claro... Lo que me dijo acerca de que me iban a traicionar me molesto y frunci el seño inmediatamente, el pensar que me traicionaran, el pensar que se desharan de mi una vez mas, una maldita vez mas... No puede ser cierto, claro que no, ¡Claro que no!
-No te creo... Ellos no parecen ser asi, yo se que puedo confiar en ellos, se que ellos jamas harian algo como eso... Algo en mi interior me dice eso, ¡Y no puede fallar, no mientas maldito! -Dije con enojo en mis palabras y mis puños apretados... Ser traicionado, ser abandonado, ser utilizado... Suelo sufrir de eso siempre, pero no me importa demasiado pero... No creo que ellos hagan eso, al final siempre salgo victorioso de alguna manera pero... ¡Ellos podran hacer eso? ¿De verdad... Podrian haberme mentido?

Una risa seca se le escapo a Darius.

- Es verdad, cometes tus propios errores. Errores que sabiamente tus antecesores supieron evitar, como tu padre, como tu madre, como Zalek...

La visión utopica de Asthar, ese pensamiento de que todo lo puede le daba dolores de cabeza al kosovita. Piensa que no existen barreras para cumplir las metas pero tarde o temprano se estrellara con una de ellas y morira.

- Somos productos de nuestros tiempos, esclavos del destino. ¿Crees que la fuerza de voluntad es la panacea para todos los problemas, que con ella conseguiras todo lo que quieras? Mira a lo que te ha llevado ese camino, Asthar. Siempre intente sacarte esa tonta idea de la cabeza pero veo que se convirtio en un cáncer que hizo metastasis en toda tu alma.

La actitud de Asthar ante sus palabras lo lleno de gratitud al mago. Pasen los años que pasen, el escorpion dorado siempre sabe donde picar para que duela. Se encongio los hombros, con una mirada desinteresada.

- ¿Cuando yo te he fallado alguna vez, Asthy? Creeme o no, a mí no me afecta para nada. No soy yo quien esta rodeado de falsos aliados.

Los intensos sentimientos del Alarion provoco que poco a poco Darius comenzara a perder el control de su cuerpo, es decir, la consciencia de Asthar volvía al mundo normal para retomar las riendas de la batalla.

Mis propios errores.
Yo no cometo los errores de los demas, jamas lo he hecho y jamas lo hare... Independientemente de que si los demas los hubieran solucionado de otra manera significa que ellos hubieran tomado un metodo mas blando y facil... Y ellos hubieran tenido un error mas grande, ¿Sera logico? A mi me parece que es totalmente logico.

"Fuerza de voluntad"... Darius nunca se ha dado cuenta de lo que significa ese poder, la magia mas poderosa u oscura puede ser doblegada por una fuerza de voluntad poderosa, sin esa fuerza nosotros no seriamos nada mas que esclavos de los Dioses... Y mi fuerza aun sigue siendo la de un humano, pero... Mi fuerza de voluntad me llevara algun dia a tener el poder de un Dios, claro mientras mas hablaba Darius mas me molestaba, pero empiezo a sentir un dolor de cabeza que me afectaba totalmente... Como si toda esta "realidad" empezara a derrumbarse.
-¡Uuurghhh... Maldicion! Gritaba de dolor, para cuando una luz cegadora me deja sin vista...
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Habia vuelto a controlar mi cuerpo y no podia entender que sucedia conmigo, pero aunque podia controlarlo no puedo usar mi "pensamiento comun", es como si mis instintos controlaran mi cuerpo aun cuando puedo observar todo lo que hago... Y solo tengo un deseo: Asesinar a todas estas criaturas.
-¡MUERAAAAAAAAAN! Fue lo que mi cuerpo grito totalmente lleno de sed de sangre... Me duele el cuerpo por la posesion de Darius pero puedo sentir un poder increible.
Luchaba poco a poco con el Dragon, me encargaba de que los Drukarch que creaba fueran mas fuertes que los mismos... Como si tuvieran la misma esencia magmatica que tengo actualmente, para que despedacen en una manada que crece rapidamente a las abominaciones que han nacido... El Dragon aun asi parecia luchar, por lo cual estiro mis alas y lanzo un grito ensordecedor que aumenta en brillo dorado incandescente que sale de mi cuerpo mientras tomo un gran vuelo y me voy hasta el fondo para tomar velocidad, de mis alas salpicaba algo mas caliente que magma... Era un liquido rojo que no solo calcinaba, destruia cualquier rastro de "energia" de cualquier tipo, un nuevo tipo de magma. Mientras tomaba vuelo me dirijia hacia un punto: El centro de el dragon, con mis manos para de un solo impacto como una bala entrar dentro de el y empezar a destruir con mis manos expulsando ese nuevo "magma" dentro de el... Para destruirlo por dentro de una vez y por todas, mientras gritaba de rabia y enojo.

Como si tuviese voluntad propia, la energía abisal abandonó al putrefacto dragón, dejando atrás un cascaron vacio de huesos y escamas. El magma arcano que emanaba el cuerpo de Asthar acabó con los restos mortales de la bestia. Poco tiempo después de que la energía desapareciera del lugar, las abominaciones comenzaban a desplomarse uno por uno, sus cuerpos caían inertes contra el suelo derruido. Los drukach tambien se iban de la tumba del faraon. Sin Darius, ellos no tenían lider a quien seguir y a Asthar todavia le falta camino como para manipular y crear él solo a estas bestias, ya que son manifestaciones físicas de la energía oscura pura. Acabada el combate, Asthar volvio a la normalidad... o a lo más parecido a ella.
El vasto salon quedo destruido por completo. Todas las riquezas del difunto faraon fueron reducidas a lagunas de oro derretido que todavía mantenía su estado liquído. Las paredes y el techo estan a punto de ceder, motivo suficiente para que el mago negro se fuera de ahí y volviera con su grupo. Después de la transformación Asthar cambio bastante físicamente; perdio todo su cabello, la esencia del dragón permanecía tenue, tenía marcas rojas en los brazos parecidas a las venas de lava de un volcan y en la espalda quedo la cicatriz de sus alas. Cabe destacar que el mago estaba desnudo, su ropa no resistio las altas temperaturas de la magia de lava. Las gruesas puertas que antes encerraron al Alarion estaban tumbadas al suelo, solo tenía que cruzar el largo pasillo para reencontrarse con Henry y Melleah, pero con lo que se topo fue con una escena terrible: tanto Henry como la bruja se encontraban incoscientes en el suelo, rodeados por unos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Tan rápido lo vieron a Asthar, lo redujeron entre todos. Uno de ellos saco una runa tallada en una pequeña piedra de granito y la acercó al rostro del mago. La runa se iluminó con un color dorado y automaticamente el pobre Alarion cayó en los brazos de Hypno.
Se despertó con un agudo dolor de cabeza. A su derecha tenía a Henry, todavia inconsciente, y a su izquierda tenía a Melleah, que tambien recien recuperaba el conocimiento. Estaban atados a una silla de nogal. Bah, no literalmente. Una maldición era lo que realmente los mantenia inmoviles a la silla. Alrededor de la bruja y el mago dibujaron un circulo con cenizas de fuego fatuo. Era una medida práctica para evitar que realicen cualquier tipo de hechizos. ¿Y en que lugar se encontraban? Se asemejaba al patio de un palacio. A cada rincon a donde mires habían hermosos jardines floreados y arboles de naranjos serkonos cuya sombras protegía a las personas del sol abrasador. El suelo era de baldosas de marmol rosado, igual que las numerosas fuentes de agua y la piscina que se veía al horizonte. Un poco más alla se reconocía una galería de pilares que llevaba a una estancia de arco triple.
En el patio no estaban ellos solos. Delante de los tres tenían a un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] sentado en un trono de mimbre, rodeado por sus hombres, los mismos tipos encapuchados que los secuestraron. Los rasgos del sujeto le resultaba conocido al Alarion. Pelo negro azabache con pequeñas salpicaduras plateadas, ojos verdes jade y piel palida, parece que no le gusta broncearse. Su capa blanca era sostenida por dos broche con forma de basilisco cuyos ojos tenían pequeños rubíes. Sus arrugas revelaban que su edad rondaba los cuarenta y tantos años. Se distinguía una arma blanca colgando de su cinturon; parecía una espada larga. Su pomo era de la cabeza de una serpiente de marfil con, por supuesto, rubíes en los ojos. No había que ser muy inteligente como para deducir que él era un Mallory, un miembro de la casa más antigua de Etheit y eterno enemigo de la Casa Alarion. Pero él no era cualquier Mallory, se trataba del fugitivo más peligroso que tuvo Etheit. Su nombre era Gerald Mallory y la historia detras de él es muy interesante. Heredero de la fortuna y el liderazgo de la Casa Mallory, Gerald fue en su tiempo el mago elemental más poderoso en su reino, dominado la magia de rayos con una maestría perfecta. Desde muy pequeño demostraba una facilidad innata con las artes arcanas. A una temprana edad se unió a las Sombras Blancas y sirvió lealmente al rey y a su consejo... hasta que ocurrio lo que ocurrio. Gerald mató a sangre fría a la hermana pequeña del joven heredero de la Casa Alarion, Malthreus, y a su novio. Ambos no llegaban ni a la mayoría de edad. Se dice que también estuvo a punto de asesinar a lo novia del Alarion, una tal Yavenna pero solamente la hirió. Gerald se declaraba inocente y decía fervientemente que no era el autor de los homicidios, pero las pruebas que lo inculpaban eran muy concisas. Los Mallory exigían un juicio en un Tribunal Militar pero los Alarion presionaban al rey a que lo condene a muerte, la sed de venganza de los dragones abisales era inmensa. Con el reino estando a punto de una guerra civil entre ambas familias, Barnes Mallory, el padre de Gerald y Juez Supremo en el Consejo del Rey, usó su influencia para que su hijo huyera del reino a coste de su puesto... y su cabeza. Desde aquel entonces no se supo más sobre Gerald Mallory hasta ahora. Sin embargo, Melleah no lo conocía a él como Gerald Mallory sino bajo el pseudonimo de "Gaeish". Es un poderoso magister, dueño del monopolio de la seda y los esclavos de combate en Serkonos. Las malas lenguas dicen que Gaeish también es un temible lider criminal, autor intelectual de grandes hechos delictivos ocurridos alrededor del mundo y gran rival de Gallywix en el mundo del mercado negro.
No sonreía. Se la pasaba mirando a Asthar con un rostro serio y con las manos entrelazadas apoyadas en su estomago.

- Diganme qué hacían ustedes en esas tierras inhospitas, manchadas por la oscuridad y los viejos maleficios de los faraones.

Estaba tirado sin poder moverme mucho que digamos, el dolor que siento en mi cuerpo es una experiencia que jamas voy a olvidar en mi vida seguramente, el punto maximo de sufrimiento que puede llegar a soportar un simple cuerpo humano, estoy hecho un desastre, je.

Todo a mi vista en este momento parece como si estuviera en el mismisimo infierno del Inframundo, como si hubiera muerto pero mi cuerpo aun no lo esta... Aun tengo oportunidad de salir con vida de esto, yo... He vencido una vez mas a la muerte, la he engañado. Avanzaba como podia, aun cuando no puedo gritar quiero hacerlo pero al observar como mis aliados estan alli, totalmente inconscientes sabia que algo malo iba a pasar... Pero en mi estado no puedo hacer nada, aun cuando estoy herido criticamente intentaba luchar contra ellos pero era imposible, estoy debil... Y eso causo mi captura.

Todo esto no pasaria si no fuera mas fuerte, si no tuviera mas poder... Y estando inconsciente podia sentir algo en mi interior palpitar fuertemente, podia escuchar como una voz resonaba en todo mi interior, ""Dejate llevar... Odia a todo el mundo y consigue el poder que deseas..." Y era extraño pero mientras mas deseaba escuchar esa voz mas poderoso me sentia... Pero al acercarme pude observar una clase de vision... El mundo destruido, Etheit, Nartidan... Todas las razas a punto de alcanzar la extincion, y entre diferentes bestias que causaban el caos estaba yo, en el monticulo de cuerpos mas alto, en donde era un demonio.
Eso causo que me despertara asustado inmediatamente, preocupado por lo que iba a suceder pero mi problema es otro... Increiblemente he conocido a alguien que mi familia desearia tener su cabeza clavada en un pico por lo que hizo en el pasado; Gerald Mallory. ¿Que hacia el en estas tierras? Esto es un chiste, pero no me encuentro de animos como para tratar con la basura Mallory.
-Urgh... Algo mas de hospitalidad no seria mucho de que pedir, Mallory. -Dije con un tono muy molesto y acido, aun cuando estoy en un gran aprieto no me interesa el no tratarlo con el "respeto" que merece al tenerme asi.
-Era una mision de Galliwyx, teniamos que buscar algo en su interior pero... Lo unico que habia alli era muerte, oscuridad y desesperacion para quien entrara. -Lo miraba fijamente a los ojos, con un aspecto molesto y serio, aunque me sorprende que se haya asentado en este lugar. -Dime Mallory... ¿Porque nos has capturado de esa manera a nosotros? Es molesto.

Gerald ignoraba la actitud sarcastica del mago. No se inmutó ante el descumbrimiento de su identidad ni ante la mención del nombre de su rival, Jastor Gallywix.

- Mi hospitalidad solo lo merece mis invitados. Ustedes son mis prisioneros y deben ser tratados como tales.

Melleah estaba muy callada. Sentía una mezcla de temor, odio y repulsión. Gerald provocó muchas miseria al pueblo de Rhys, efectos colaterales de sus turbias actividades delictivas. Causó derramamientos de sangres y se mostaba crue con aquellos que se interponian en su negocio. La bruja todavia recuerda el olora carne quemada de las decenas de familias que los hombres del Mallory calcinaron sin piedad. Gerald no era estupido, sabía leer a una persona y el rostro de la bruja gritaba "quiero matarte".
La mirada del Alarion choco con los ojos viperinos del señor. Parecía disfrutar de la situación pero Gerald no era una de esas personas que se regodeaban de su aparente triunfo.

- No fue algo premeditado. Mis hombres fueron a Shazdar para acabar con una amenaza que hacia peligrar mis terrotorios pero se topó con ustedes tres, fugitivos de la la sagrada ciudad de Jubail. ¿Cómo no los capturaría así?

-Que tu menciones la palabra "prisionero" es algo gracioso sabes. Fue lo que dije mientras soltaba una risa seca mientras no apartaba mi mirada de la suya, aunque las cuestiones politicas de mi familia me pueden importar un comino, pero el hecho de que me tomen como un prisionero no me agrada para nada.
Miro de reojo a Melleah y era obvio que tiene algo personal con Gerald Mallory, de hecho hasta me sorprende, ¿Como sera conocido el en estas tierras? -Parece que mi acompañante te tiene cierto odio Gerald, ¿Que habras hecho para que te mire de esa manera? Aunque lo que escuche de sus palabras me dejo algo sorprendido, ¿Gallywix nos mintio? Se suponia que teniamos que llevar a un dragon hacia sus aposentos pero acabe en este estado... ¿Habra sido una mentira? -¿Una amenaza? Al ser tu prisionero y posiblemente el hombre que acabo con esa amenaza estoy seguro que querras compartirlo... Mi objetivo en ese lugar no era enfrentarme a nada de hecho, pero como puedes ver... Acabe en un estado algo desagradable. Sonrei, mientras intentaba ver a mi alrededor... ¿Como puedo librarme de esta maldita maldicion? Mi cuerpo aun no esta bien, aun no... -Asi que ahora nos entregaras a Jubail y cobraras la recompensa... Que aburrido eres Gerald, aunque me parece muy considerado de tu parte que ahora ayudes a la justicia despues de lo que hiciste con la hermana de mi padre. Y por un instante, me acabo de sentir como si fuera Darius... Que desagradable.

Dejo pasar la primera frase. Gerald era demasiado cauto como para saltar con provocaciones de ese tipo, igual que el balisco de su emblema.
Que Asthar se percatara de sus sentimientos fue un empujon suficiente para que Melleah contestara la pregunta que el Alarion dejo en el aire.

- Ultraje, saqueos, robos, perversión de menores, drogas, asesinatos, incedios, en pocas palabras, introdujo el crimen organizado a mi amada Rhys. Sus soldados mancharon el honor de mi ciudad, robaron propiedad intelectual dedicada al estudio de la magia, se atrevieron a tomar el control de la ciudad bajos las sombras.

La voz de la bruja estaba cargada de rabia e impotencia. Sus palabras no hizo mover ni un pelo al magister, solo se limito a negarlo con la cabeza

- Todas esas son difamaciones. Falacias que mis rivales comerciales pusieron en las mentes del populacho. Esos malnacidos que hacen sufrir tu nación no siguen mis ordenes, querida. Si quieres, puedo solidarizarme contigo y ayudar a Rhys con su caos.

La tranquilidad con la que decía eso hizo estallar a Melleah.

- ¡No me mientas en la cara, ten la puta decencia de decirme la verdad! Admitelo, ADMITELO

Quebró en llantos. Se tapó la cara con las manos para intentar llorar en silencio. Sin su magia, Melleah se sentía como una chica indefensa, sin poder hacer nada para ajusticiarlo.

- ¿En serio piensas que voy a darle información a un prisionero que esta bajo mi yugo? No

Una mueca de desagrado se vio en la cara de Gerald cuando Asthar dijo la última oración. Era la primera vez que el Mallory demostraba algún sentimiento. Se percató que el joven mago no dijo tía sino la hermana de mi padre... era muy interesante.

- Yo no mate a tu tía y a su novio. Como dije en mi juicio y lo digo por enesima vez, mis manos estan limpias de sangre Alarion; soy inocente. Pero lo mismo no puedo decir de ti

Volvio a meterse en esa coraza de seriedad. Sus ojos verdes estaban más ilumindas, quizas por obra del reflejo del sol o por magia.

- Si fuera por mí, te venderia como esclavo de combate al mejor postor o te enviaria a las arenas de combate como espectaculo: "Asthar Alarion, la cuchilla de Etheit". Pero me veo obligado a entregarte al as autoridades de Jubail porque sino ellos iran a por mí por encubrimiento. Derramaste sangre en una ciudad sagrada, ofendiste a no sé cuantos dioses del mundo. Estas condenado tanto en este mundo como en el otro.

Me sorprendio que Melleah reaccionara ante mi pregunta pero no me extraña, si lo que dice es cierto entonces tiene un problema personal con Gerald, pero hay algo extraño en este Mallory... El incluso despues de años sigue negando de que asesino a mis familiares, niega de que causo tanto daño en el pueblo de Rhys... Si tuviera mi magia podria averiguar si miente o no, pero eso no es algo que aun tengo... Pero pronto la tendre.

Melleah ha estallado... Al final es una mujer que ha crecido con su magia y que sin ella no es nada mas que una muchacha indefensa, es algo comun en la gente magica pero no me sorprende... Aunque si me da algo de lastima, cosa que no demuestro absolutamente. Al saber que no iba a obtener informacion de el Mallory rei levemente, quiere que sea entregado a Jubail solo para que el no tenga problemas... Pero no puedo dejar que me entregue, fui traicionado por el maldito de Gallywix y no voy a morir hasta entregarle su merecida "muestra de gratitud" por lo que me ha hecho pasar...
-Tsk, que molestia... Jastor Gallywix me traiciono y ahora por su culpa estoy en ese aprieto, ¿Sabes? Asi que de una u otra manera me encargare de ponerlo en el lugar que se merece por eso... -Empece a reirme, mientras miraba a Gerald con una risa confianzuda. -He estado sin magia desde que sali de Jubail, he asesinado a dos enviados de los Dioses sin magia, uno de Eohl y otro de Ragnaros... He asesinado a un puto dragon del vacio junto a sus esbirros, y por el momento me encuentro en esta situacion... Pero te propongo un trato Gerald Mallory. -Mi sonrisa cambio a un semblante serio, pero en mis ojos reflejaba sed de sangre Gallywix... -Jastor no es cualquier estupido, me envio a ese lugar para que asesinara a ese maldito dragon del vacio, y sabia que si sobrevivia tu me capturarias, esto es parte de su plan... Si te preocupa que los de Jubail sepan de que tienes coneccion conmigo no te preocupes... Conozco parte de la pocima para cambiar de apariencia de los Banefort, aunque no es tan longeva como la original puedo mantenerla por un dia o incluso mas... Ayudame a cobrar venganza contra Jastor Gallywix y yo te devolvere cualquier favor que desees, con una condicion... Que de verdad ayudes al pueblo de Rhys, como se lo has dicho a Melleah.

Sus ojos centellaban de color esmeralda cuando mencionó a Jastor Gallywix. Ver su caida era el mayor anhelo de su corazón pero Gerald mantenía la calma, una gran expresión quizas podía revelar que él es un jefe del crimen organizado. Se notaba un apice de interes y sorpresa sobre cada victima exterminada por Asthar, ninguna de ellas eran moco de pavo.... un dragón del vacio y dos emisarios de dioses elementales. Se frotaba las manos, una inesperada sonrisa se dibujó en su rostro. Se notaba en cada rasgo de su cara su gusto por ese trato.

- Me parece un trato justo, ambas parte salimos favorecida en las mismas. Jastor Gallywix siempre ha sido un obstaculo en mis rutas comerciales, llegando a recurrir a la violencia salvajemente para sabotear mis pobres carromatos de especias. Es brillante la idea de usar la herramienta de los Banefor para engañar a Jubail y con gusto precendire de un par de tropas para ayudar a Rhys con sus problematicas, pero hay un gran problema.

La sonrisa se esfumó de su rostro y el entusiasmo en su voz desaparecio junto a ella.

- No estas en condiciones para realizar un acuerdo, Alarion. Perdiste, tu juego se acabo. Tu pellejo ahora le pertenece a Jubail pero no permitire que esos santurrones se den el gusto de matar a Asthar del Vacio. Pero no hay honor en matar a una persona como tú en una simple ejecución. Moriras en combate por mis manos, los Sumo Sacerdotes les encantaran ver tu cádaver de perjuro. Para ser un poco justo, si me llegas a matar mis hombres te dejaran ir ati y a los otros dos. Pelea por tu libertad, Alarion.

Los hombres de Gerald comenzaron a protestar por la decisión de su señor. Conocían a la perfección las historias que se tejían alrededor de él, sobre todo sobre su poder abisal. Temían que su señor muriese y que tuvieran que liberar al infame mago. Mallory los calmaba con palabras en un dialecto serkono. Ellas expresaban que Gerald no tenía miedo alguno y prometía una especie de regalo cuando termine "el asesinato de Asthar".
Con un leve movimiento de su dedo indice, deshizó la maldición que ataba al mago a la silla y disperso las cenizas de fuego fatuo.

- Sigueme, necesitamos espacio para el combate.

Antes de abandonarlos, Melleah llama la atención del mago. Con un grito salido bien de las entrañas, la bruja le dice a Asthar:

- ¡Matalo, acabó de una vez con ese hijo de puta! MERECE SUFRIR.

Gerald caminó tranquilamente por el gigantesco jardin hasta llegar a un cuadrilatero de marmol rosa. Asthar fue escoltado por los guerreros encapuchados del Mallory, por si se atrevía a realizar un ataque a traición. Ambos se se colocaron arriba del cuadrilatero. Lo que limitaba el cuadrilatero no era más que espesos arbustos florales que despedían una dulce fragancia. La zona de combate era espaciosa, rosada y con notables marcas en sus losas, quizas vestigios de combates anteriores. No había manchas de sangre y ni de otros fluidos, Gerald siempre mantiene bien cuidado su amado cuadrilatero.
Se lo notaba confiado, calmado, hasta se podría decir un poco alegre. No parecía que iba a pelear un combate a muerte contra uno de los magos negros más sangrientos que pisó Serkonos. Antes de iniciar el combate, cada uno se posicionó en lados contrarios, Gerald desenvainó su espada y se la arrojo al muchacho.

- No peleare contra alguien desarmado. Que no se diga que los Mallory somos injustos en los duelos. Suerte, que tu alma sufra en el purgatorio. Comencemos.

El magister se sentó en el piso rosado en posición de loto. Sus ojos esmeralda esperaban que el mago realizara su primer ataque, desinteresado.

-Es graciosa la manera en la que te burlas de mi, Mallory. -Despues de todo lo que ha dicho ha acabado en semejante estupidez. Por estas cosas es que considero a todos los Mallory unos grandes imbeciles... A pesar de que le ofrecia un trato justo para ambos, en donde definitivamente el saldria favorecido me ha dicho semejante tonteria... Estoy consciente de mi estado, pero no importa... El dolor es algo que puedo controlar, incluso si mi cuerpo esta en un estado critico puedo luchar sin problemas... Pero no debo de flaquear ni un segundo.

-En el hipotetico caso de que yo gane... ¿Como podre saber que cumpliras tu palabra si estas muerto, Mallory? ¿De verdad pensaras subestimarme solo por el hecho de que no tengo mi magia? Eso podria ser algo que me daria ventaja en el combate, pero dado mi estado esto sera problematico pero... Puedo ganar.
Pude escuchar claramente la voz de Melleah, no pude evitar sonreir emocionado ante lo que se aproximaba. -No te preocupes... Me encargare de eso.-Susurre para mi mismo mientras seguia a Gerald con un paso seguro, ya habiamos llegado a lo que seria la tumba de uno de los dos, el lugar en donde conoceremos a la muerte.

Observo con cierto enojo cuando el me entrego su espada... ¿Que mierda esta pensando esta basura? -Solo hay una cosa que detesto mas que nada en el mundo... -Recojo su espada mientras mi semblante cambio a uno mas furioso y violento, tendre que dar todo de mi en este momento, he escuchado de sus habilidades y mas con la magia electrica... ...y tu llevar ya un buen rato haciendo eso sabes... -Mis ojos empezaron a tomar un color conocido... Un brillo como si fueran diamantes, empiezo a sentir como mi cuerpo se empieza a recomponer lentamente gracias a la fuerza de Igran pero no sera mucho... PAGARAS POR SUBESTIMARME, BASTARDO!
En un frenesi violento doy un gran salto, donde mi rostro solo reflejaba el deseo de asesinar a cualquier cosa que se pasara enfrente de mi, al estar en el aire por un par de segundos le lanzo la espada, donde esta sale disparada hacia el como si fuera un proyectil a una velocidad increible, aprovechando el movimiento me acerco para intentar darle una patada en todo el pecho, en el area del corazon... Si quiero vivir debo de dar solo golpes criticos, funcionen o no tarde o temprano lo haran... Pero su magia electrica me preocupa... Despues de hacer estos dos movimientos casi que en un abrir y cerrar de ojos para evitar cualquier peligro doy un gran salto hacia atras, intentando siempre mantener una buena distancia entre el Mallory y yo... Por si intenta usar su magia.

Gerald reaccionó rápido, como un rayo. Repelió el ataque de espada desviandola con una rafaga de viento pero no pudo evadir la patada del Alarion. La suela de su zapato queda impresa en el pecho del Mallory. Se reincorporo de un salto, adolorido.

- Hablas demasiado considerando que estas luchando en un duelo a muerte. Se nota tu juventud.

Magnetizó su mano izquierda para traer la espada hacia él. Gerald comenzaba a ser rodeado por relampagos dorados, poco a poco su cuerpo se convertía en pura energía electrica. Era casi tan veloz como un rayo en una tormenta electrica. A causa de esta habilidad, el cielo se nubló y las nubes comenzaba a rugir. Se oía a lo lejos la furía de los truenos contra la tierra. Si tenías un oido atento, el retumbo se escuchaba cada vez más cerca. Paralelamente, Gerald aprovechó su velocidad inhumana para acercarse a Asthar. En un pestañeo estaba al lado de él y con un ataque rápido pero simple su espada laceró el brazo derecho del tipo. Tan rápido como se acercó a él, retrocedió y arrojó una lanza electrica contra el mago negro para probar sus reflejos. Realizó este proceso una decena de veces; buscaba desgastar a su rival con esos ataques relampagos. Cuando vio que lo consiguio, paró y arrojo su espada de nuevo hacia Asthar para que la agarrara. Su hoja ensangrentada estaba cargada de estatica, si quería tomar el arma había chances de ser electrocutado.

- Yo no subestimo a mis rivales, como tampoco asesinó a enemigos desarmados. No hay honor en eso.

Aun cuando le habia dado con tal fuerza su corazon no se detuvo en ningun segundo, quizas lo logre detener pero... Su maldita magia electrica lo ha acelerado a un punto en donde ni mi mas fuerte golpe le lograra hacer un daño critico lo que dificulta aun mas mis posibilidades de derrotarlo...
-Estas demasiado confiado considerando que estas lucnando en un duelo a muerte. Se nota tu vejez. -Fue mi respuesta a su comentario provocativo con una sonrisa picara, pero su poder magico estaba definitivamente aumentando de forma increible... E incluso aunque usara el poder de aumentar mi fuerza con su energia logro hacerme una herida en el brazo derecho considerable... La fuerza regenerativa de mi cuerpo mas el poder de Igran me ayudan mucho en estos momentos pero con sus incesantes ataques no me servira de mucho, estaba sudando y parecia algo agotado cuando escucho sus palabras, lanzo una risa seca y lo observo a los ojos con enojo.
-Tu no conoces nada sobre honor, basura. -Con una fuerza increible golpeo el suelo... Y de este parece como si un Diamante hubiera salido del suelo y me absorve en un abrir y cerrar de ojos.

Este se empieza a romper, y a romper... Y cuando se rompe, se me podia observar con una armadura de Diamante cubierto totalmente. La armadura brillaba y parecia tan perfecta...
Agarro la espada con completa confianza sabiendo de que no iba a electrocutarme absolutamente mientras observo a Gerald, al tener mi rostro cubierto el no puede ver la sonrisa maquiavelica que tengo en mi rostro actualmente.
-¿Sabias algo, Gerald? En la antiguedad, a los Diamantes se les consideraban fragmentos de las estrellas que caen del cielo... Suena interesante, ¿No es asi? -Dije con una sonrisa, mientras que mi traje emitio una cegadora y poderosa luz durante unos segundos haciendome seguramente indetectable ante ese tiempo, para intentar darle un golpe en la nuca a Gerald con mi brazo izquierdo, golpear el piso y hacer que nazca un diamante filoso en todo lo que es su brazo derecho para dejarle una herida mucho peor que la que me causo el...
-No tengo magia, pero tengo algo mejor que eso... Y es a mi antiguo compañero.

Gerald intentaba mantener la calma. Su brazo derecho lo tenía inutilizado, el ataque fue tan profundo que el diamante cortó varios tendones de la extremidad. Con la magia elemental cauterizó la herida para que parara la hemorragía. Le dolía la nuca pero era una caricía comparado a lo que sufría por el brazo. Aún así, continuo luchando.
La tormenta se asalvajaba cada vez más. Los truenos eran música para los oidos del Mallory.

- ¿Y tú sí? No sabes nada sobre mí, solo me conoces a traves de las habladurías del mundo.

Extendió su brazo en dirección de Asthar. Como si fuera una señal para que Fulgur ataque, relampagos cayeron del firmamento e impactaron contra el blindaje diamantino del Alarion. El diamante no solo es conocido por su valor sino tambine por su gran dureza. ¿Resistira el impacto de un rayo?. Mientras, Gerald buscaba dar el golpe de gracia arrojando bolas explosivas de fuego con su único brazo sano.

Mientras para uno el sonido de la tormenta era como una dulce melodia para mi era nada mas que una simple molestia, un dolor de cabeza causado por un viejo que no conoce su lugar en esta batalla. Sus palabras me causaban mucha gracia sinceramente.
-Te estas creyendo demasiado importante como para pensar que a mi me interesaria lo que el mundo diga de ti, pedazo de basura. -Dije con una risa intensa, aun cuando los tremendos relampagos estaban cayendo sobre mi la electricidad no me hacia daño mas que los fuertes impactos que tenia la armadura... Tanto que esta se empezaba a agrietar y la electricidad poco a poco empezaba a afectar mi cuerpo cosa que empezaba a alarmarme.
Claro, aun cuando mi armadura ya empezaba a flaquear su ataque pude verlo claramente, por lo que enterrando mi puño en el suelo aparecen cristales debajo de mi persona, los cuales me absorven.
Pero ahora, ¿Que debo de hacer? Sus explosiones son muy fuertes pero ya tenia una idea... Me muevo por debajo de la tierra rapidamente para despues romper el suelo debajo de el Mallory y con mi brazo, aprovecho para arrancarle de un tajo vertical el brazo izquiero de Mallory, el unico que le funciona.
Una vez hecho, intento darle en la boca del estomago y lanzarlo lejos... No lo matare, eso sera algo peor para el.

El cuerpo moribundo de Gerald cayó afuera del cuadrilatero. El golpe en la boca del estomago lo dejo fuera de combate pero la perdida de su miembro izquiero también tiene mucho que ver con su derrota. Del muñon emanaba litros y litros de sangre que acercaban lentamente al Mallory a la muerte... o no.
En un simple parpadeo, Asthar volvía a estar sentado en la silla de nogal, rodeado de cenizas de fuego fatuo y con sus dos compañeros en ambos lados. Y, para sorpresa de él, Gerald estaba sentado en el trono de mimbre, justo enfrente de ellos y rodeados por sus hombres encapuchados. No tenía ningun rasguiño ni tampoco se lo notaba cansando, como si el combate nunca hubiese ocurridao Asthar tampoco tenía heridas pero sentía su cuerpo adolorido por cada golpe físico y magico producido por el maldito basilisco, como si la pelea hubiese sido real.
Melleah miró al mago negro, preocupada.

- Asthar, ¿Qué te paso? Te quedaste con la mirada perdida en el horizonte y gritabas incoherencia. ¿Estas bien?

Gerald no decía nada, su cara se mantenía tan seria como siempre. Solo se limitó a pararse del trono y a dar unos pasos hacia Asthar.

- ¿Esas desorientado? ¿No sabes lo qué paso? Esa pelea la sentiste muy real, ¿No?.

Estiró su brazo izquierdo, el mismo que en la supuesta batalla Asthar se lo amputó.

- Fuiste victima de la Jereomancia, el encantamiento ilusorio más poderoso del mundo. Es un arte arcano creado por los Mallory durante miles de años atras, cuando Etheit todavia era la capital de Varisia. La Jereomancia es una de las tres técnicas secretas que tenía la Casa Mallory, convirtiendola en una familia incluso más poderosa que los Nailet de Nartidan... pero la caida de Varisia hizo que dos de los tres hechizos se perdieran para siempre. La existencia de la Jereomancia se mantuvo en secreto durante muchisimos tiempo, era lo único que evitaba que nuestra casa sea aplastada por tu familia, los Alarion. Todos en Etheit desconocen de la existencia del hechizo o de su vigencia, por lo que siempre fue mi as bajo la manga, mi salvoconducto en cada problema.

Se acercó todavia aún más a Asthar y se inclinó un poco, teniendo los rostros cara a cara.

- Tú no eres el único Alarion en caer en mi magia. Años atrás, tu padre, tan talentosos como él solo, detectó mi parado en Serkonos y vino hasta mí con un grupo de sus más leales guereros, en su mayoría amigos y familiares Alarion. Yo los enfrente y obviamente use la Jereomancia. Influenciados por las poderosas ilusiones, hice que se mataran entre sí en una batalla campal. Solo tu padre salio vivo de tal carnicería. No sé dio cuenta de la atrocidad que hizo hasta que disipe el encantamiento, estando yo obviamente varios kilometros alejado de él. A partir de ahí nunca más un etheita me volvio a molestar. ¿Por qué deje ir a Malthreus Alarion, el temido heredero de la Casa Alarion? Su amada esposa estaba embarazada de un niño. Aparte, una Sombra Blancan nunca mata a otra.

Se alejó un par de paso atrás y se dio vuelta para volver a mirar a Asthar.

- Mientras peleabas ese combate falso, tranquilamente pude haberte apuñalado unas mil veces, igual que con tu padre. Sin embargo, no lo hice porque no hay honor en matar a un enemigo indefenso. Además, no esta en mis planes mancharme las manos de sangre de dragón abisal cuando necesitó a uno.

Permanecia en silencio mientras Gerald se iba fuera del cuadrilatero entre la fina linea de la vida y la muerte... Habia ganado mi libertad, o al menos eso es lo que pensaba durante unos segundos. Como si fuera una clase de Dejavu volvia a estar en el mismo asiento bajo los mismos malditos efectos... Pero aun asi mi cuerpo me sigue doliendo, aun cuando estoy intacto... ¿Que clase de broma barata es esta?

Al escuchar sus palabras simplemente me mantenia en silencio analizando cada pequeña y minuscula palabra que decia el Mallory, el como hizo esa maldita ilusion, quienes habian caido antes en ella, "honor" y esas estupideces... Mi rostro parecia furioso, pero en un cambio repentino solte una estruendosa carcajada mientras estaba ahogandome en mi propia risa para detenerme despues de unos segundos y mirar seriamente al Mallory.
-Eres un bastardo interesante, Gerald Mallory. Y eso es un cumplido que no suelo hacer seguido. -Correcto... Entonces, ¿Que necesitas de mi? Aunque bueno, antes de eso tu diste tu palabra en una cosa y aunque haya sido en una ilusion, lo he cumplido. ¿Tu cumpliras tu parte?

Gerald arqueó las cejas.

- ¿De qué estas hablando? Esa pelea nunca ocurrio. Y si te refieres a la ilusión, combatiste contra una proyección mía, nunca contra mi verdadero yo.

Volvio a sentarse en el trono de mimbre. Entrelazó sus manos y miró de reojo a Melleah, que todavía permanecía apagada, llena de rabia.

- El mundo se esta yendo a la mierda, Asthar. Mis agentes me han informado de sucesos muy extraños alrededor del mundo. Criptas pertenecientes a los Caballeros de la Muerten han sido saqueadas, la ciudad nartidana de Valenhall sufre de actividades paranormales, varios ríos de Arengeith se tiñieron de sangre y las tribus orcas de Gro-Igran estan más atrevidas que nunca. Y para colmo, el Vacio amenaza con expandirse a nuestro mundo.

Se aclaró la garganta y continuo hablando.

- Las fisuras dimensionales del Vacio no se estan agrandando así porque sí. Un familiar muy lejano tuyo es responsable de todo esto: Leonhard Faust, uno de los últimos vestigios de la Casa Faust. No sé sabe cómo pero se apoderó del Baston del Magnus.

El Baston de Magnus es un artefacto mitico, anhelado por muchos magos negros de Serkonos. Supuestamente es un antiguo baculo que le pertenecio a Magnus Mephisto, el primer ser humano en tener contacto con la magia abisal. Quien controle el baculo, es capaz de controlar a la perfección la magia abisal. Todo esto se lo explicó Melleah a Asthar con susurros.

- El Baston de Magnus estaba en manos de Providencia, una organización secreta mundial que desde su fundación ha mantenido en secreto con todas sus fuerzas el poder del Abismo y la existencia de los Eternos. Organización a la cual yo pertenezco desde que hui de Etheit. El baston tiene que volver a nuestras manos por el bien de este mundo.

Gerald extendió su brazo izquierdo y se remango, mostrando que llevaba tatuado el simbolo de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

- El Faust es un mago del vacio como tú. Esta agravando las grietas dimensionales para aumentar su poder y pudrir todo Serkonos. Pero él no actuo solo; la Mano Negra lo apoyo en todo momento para hacer exitoso el plan. Estos estúpidos lameculos de Sithis piensan que es una buena idea usar un arma interdimensional para controlar el mundo. Pero Leonhard tiene ya un objetivo claro: Etheit. Allí es donde dara el primer golpe, cruzara el Mar Dorado con miles de mercenarios y asesinos de la Mano Negra para masacrar a nuestro reino y dominar poco a poco el continente.

En su rostro serio se podía notar ciertas pizca de preocupación. Era algo raro verlo siendo él un Mallory.

- Necesitamos que el Baston de Magnus vuelva a nuestor poder, que asesines a Leonhard Faust y a todo su ejército antes de que cruce el mar, y que selles para siempre las grietas dimensionales. De lo contrario, la energía abisal se expandira por todo el mundo.
Eres el sujeto ideal para esta tarea. Aparte de ser un mago del Vacio, tu corazon es oscuro, como la de Leonhard. Cuando mas pura es el alma del individuo quien manipule el baston, más rápido cae en la locura.

Sonrió, luciendo su perfecta dentadura blanca.

- Sé cual es el precio que hay que pagar por tus servicios, Asthar. No te dare oro, glora o mujeres, sino algo que realmente quieres: Poder. Ser un miembro de Providencia y usuario de la Jereomancia me ha permitido ser un coleccionista de tecnicas secretas, tan poderosas como la acerberación o la Jereomancia. Soy un hombre generoso, Asthar. Sé que tu mente esta sedienta de conocimiento. Y seguro piensas, ¿Cómo sé todo eso? Henry, ya es hora.

Henry Celtigar se despertó abruptamente de su supuesto estado insconciente. Se levantó de la silla como si nada y se puso al lado de Gerald. El Mallory le entregó una pequeña ampolla de cristal que contenía un liquido verdoo que Henry tomó. Con los ojos clavados en Asthar, se arrancó la piel de la cara con una mano y con la otra el cuero cabelluro, pudiendo demostrar que él no era Henry Celtigar sino un camaleón, un Banefort de Etheit. Melleah quedo perpleja ante tan inusual situación

- Asthar, te presentó a Wilfrid Banefort, un gran alquimista metamorfico que ha estado en mi servico durante mcuhos años. El verdadero Henry ha estado todo este tiempo en Ventalia, firmando un hermoso pacto que beneficiara comercial y militarmente a Etheit. Los Celtigar siempre han sido buenos amigos de Providencia y otra vez han reafirmado su amistad ayudandome con mi plan. El Banefort me informaba de todo, de cada aspecto del viaje, de cada emoción o pensamiento tuyo, de las acciones de Gallywix. Nuestro encuentro no fue casual, Asthar. Fue armado hasta el mas minimo detalle

Melleah interrumpio a Gerald con una buena pregunta:

- ¿Y cómo te transmitía la información? Nunca vi papel y tinta en él, ni tampoco rastros de magia en su cuerpo.

- Los sueños. Hace no mucho tiempo adquiri un antiguo hechizo que te permitía entrar en los sueños ajenos con fines de espionaje o para asesinato. Bueno, yo entraba en el mundo de los sueños de Wilfrid para que me cuente todo.

Volvio a estar serio, esta vez más serio que nunca.

- Ya sabe lo que tiene que hacer, Asthar. Cumpla con su parte y yo cumplire con la mía. Y no se atreva a traicionarnos porque sino la bruja, tus padres y Mireia moriran... y tú recibiras un castigo peor que la muerte.

Yo sabia de todas maneras de que iba a salir con una mierda de ese estilo. De un Mallory sinceramente no me iba a sorprender pero al menos no puede decirme Melleah que no lo intente, aun cuando no deberia de importarme en lo mas absolutamente minimo.
Empiezo a poner atencion a todas las cosas que mencionaba... Desde que inicio con las tumbas de los Caballeros de la Muerte hasta las osadias de los orcos de Gro-Igron. ¿Que puede estar sucediendo para que ocurran estas cosas? Nada normal sinceramente, quizas incluso Darius tendra que ver con esto.

Pero como siempre, los vestigios de los Faust siempre han causado problemas desde que nos mezclamos con esa problematica familia, aunque Zalek Alarion no lo hizo con una intencion mas politica sino sentimental... Aparte de que casi los aniquilo. No me extraña, eran unos malnacidos de primera.
"El baston de Magnus..."-Susurre al enterarme de este interesante artefacto, aunque eso de las organizaciones secretas no me sorprende ya que todos los magos son simplemente egoistas, deseando los conocimientos solo para ellos mismos mientras que los demas se pueden ir a la mierda, solo con su experiencia... Y yo no soy diferente de ellos de cierta manera, solo que... Yo solo acumulo informacion y poder y si lo comparto... Sera para acabar con la vida de el que lo vea.
Pero al saber de que ese maldito Mallory desea atacar a Etheit se me noto mas preocupado, no soy muy patriotico pero todo lo que he hecho, todo por lo que he aprendido... Ha sido para proteger a la gente de alli, aun si asesino a un millon de bastardos, no importa.
-"Maldita sea Darius, una vez mas acertaste en tus estupidas predicciones pero... ¿Tu sabias acerca de Leonhard y no me dijiste una mierda? Bueno, no me extraña, siempre tienes que estar involucrado en todo aquello que cause muerte y destruccion, ¿No?" Fue lo que pense por si me escuchaba Darius.
-Olvidas el simple detalle de que mi magia volvera esta media noche, para mientras a duras penas podre valerme con el poder del alma de Igran. -Le dije mientras suspiraba, habia sido engañado por un Banefort.
-¡JAJAJA, ESTO ES INCREIBLE! -Gritaba totalmente sorprendido ante esto, habia sido engañado por un Banefort y yo no tenia ni la menor puta idea, ¿Esto es enserio? No me jodan.
-Ay, que risas... Tu amenaza me divierte, Mallory. Por un segundo, parecio como si mi magia se hubiera activado por una fraccion de segundo, deseoso por la sangre del Mallory solo por haber mencionado de que iba a matar Mireia. -Yo solo tengo una palabra... Pero si le pones un simple dedo a las personas que has mencionado... Aun si estoy en lo mas profundo del infierno, me encargare de hundir desde el otro mundo tu cuerpo en pura desesperacion, ¿Comprendido? Al igual que el, mi semblante estaba serio, sin ningun deseo de jactarme ni nada, todo lo que decia estoy seguro de que Gerald sabra de que soy capaz de cumplir lo que digo... Y mas le vale que no sea asi.
-En todo caso el conocimiento es cierto, lo deseo... Pero agregare algo simple; quiero que ayudes al pueblo de Rhys como lo habias dicho en la ilusion y lo cumplas, si aceptas en ese caso todo esta claro, asesinare al Faust, me vengare de Galliwyx y obtendre el baston ese maldito.

Gerald escuchó atentamente a Asthar.

- Se esperara lo necesario para que estes en tus optimas condiciones para que realices el trabajo.

Le causó un poco de gracia la reacción al descubrimiento del Banefort. Que justo media hora antes haya mencionado a dicha familia le daba una pizca de gracia. Lo que no le causo gracia era la amenaza del mago negro hacia su persona. Una mueca de amargura se le dibujo en el rostro.

- Si usted no quiere ver a Lady Nailet muerta, cumpla con parte de su trato. Y amanezar a un miembro de Providencia es un acto muy negiglente por su parte. No subestimo su poder pero tampoco subestimo el mío o el del posible verdugo de su amada Mireia.

Luego de esas palabras. Con una seña mandó a sus hombres a que se llevaran a Melleah del patio, junto al falso Celtigar. Seguido a esto, liberó a Asthar de sus ataduras magicas y dispersó las cenizas de fuego fatuo.

- Enviare tropas a Rhys para ayudarlos, siempre y cuando usted mantenga su palabra y realice su trabajo con eficacia. ¿Entiende?.

El Mallory extendio su mano hacía Asthar para sellar el acuerdo con un apreton de manos. A todo esto, Darius no daba señales de existencia. O estaba muy debil como para comunicarse o ignoraba al mago negro para no darles explicaciones sobre el tema de Leonhard y el Baston de Magnus. Es más probable la segunda opción...

Entonces tendre que esperar para que mi magia vuelva a fluir con todo esplendor en mi cuerpo, recuperarme de mis heridas con mi magia y finalmente buscar la manera de emplear mi venganza... Y ayudar a encontrar la razon por la cual suceden estas cosas.
Aunque independientemente de lo que haya dicho de Mireia, estoy seguro de que ella podria contra cualquier asesino que venga por su cabeza, conozco su fuerza pero lo que no deseo es que sea por mi culpa, maldita sea con ella. Yo ya habia dicho lo que tenia que decir, ya si era negligencia o no... No me importa.
-Mi nombre tiene mala fama, pero siempre me he esforzado para que todo el mundo sepa de que solo tengo una palabra. -Dije mientras le estrechaba la mano, "el honor" es algo de lo cual a mi no me interesa pero tengo mi propio codigo de moral y conducta.
-"Vamos Darius... Ignorar a tu discipulo es de muy mala educacion, me pregunto que estaras planeando ahora... Pero no importa, parece que esto se puede volver interesante eh... Tu de un bando y yo de el otro, como una competencia o una batalla... De todas maneras, suerte Darius, ¡JAJAJA! -Lo que pensaba esperaba que me escuchara directamente, ya que ahora al saber de que bando estoy por el momento significa que la Mano Negra es mi enemiga y conozco bastante de ellos gracias a que Darius me habia intentado reclutar, pero como soy su enemigo ahora...
-En todo caso Mallory, ¿Como puedo estar seguro de que cumpliras tu parte del trato? Sabes que por excelencia soy desconfiado, pero conozco un hechizo secreto... En donde si ambos no cumplimos nuestra parte del trato, este nos partira el corazon. Aunque mi magia sera hasta la media noche, quiero asegurarme de que tu cambien cumplas, asi como si yo no cumplo me matara a mi, entonces... Ambos estaremos obligados o moriremos, y lastimosamente no se puede romper ese hechizo, ¿Interesante no? -Le dije con una sonrisa algo diabolica.

El magiste se quedo meditando sobre la propuesta de Asthar durante un buen rato hasta que decidio hablar.

- ¿Y cómo se que ese hechizo me matara a mí y a ti no te afectara para nada? ¿Qué hara el efecto que tu digas? Yo también soy un desconfiado, Asthar, y no entregare mi vida como si no fuese nada. Te dare todas las pruebas que necesites sobre mi lealtad hacia el trato.

Las respuestas de Darius no era más que el silencio. No hubo ninguna señal sobre sus palabras. Parecía que ni siquiera lo escuchaba.

No pude evitar sonreir ante las palabras de Gerald, ya sabia yo que iba a salir con un pretexto y no lo culpo, es lo normal ante estos hechizos misticos mas alla de la comprension de cualquier ser humano... Considerado un hechizo divino.
-Si yo incumplo mi parte del trato, en ese caso me matara a mi, y viceversa. Y si explicamos detalladamente en el pergamino que si uno de los dos falla, ya no se vera obligado a seguir el hechizo y quedara libre de hacerlo si gusta... Es sencillo. Estiraba mi mano, como si intentara hacer magia aun cuando no recorre en mis venas por el momento...
-El contrato se puede hacer solo entre nosotros dos en un pergamino irrompible, no se conoce magia que pueda romper el hechizo no sin antes haber cumplido los terminos... Y si lo deseas pueden estar confidentes, quienes observen el momento de desarrollar el pacto y sean testigos de nuestra decision, es un hechizo divino que se ata directamente a nuestra alma, siguiendola incluso despues de la muerte. -Se me notaba la felicidad de poder comentar este hechizo... Porque asi estare un paso adelante de el.

Gerald le molestó que siga insisitendo en realizar ese hechizo. No era algo de fiar.

- No voy a apostar mi vida en un hechizo que solo conozco a traves de la lengua de un hombre de dudoso honor. Aparte, tu muerte solo te liberaría de este mundo de dolor, no me sirve para nada. Y que sea de origen divino no me dice nada. Varios hechizos de tortura también son de origen divino, proveniente de Loviatar, diosa del dolor.

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