En el ojo de la tormenta

OFF: Tomato voy a ignorar tu anterior post porque te fuiste a la b por puto y cagon (?
Las verdaderas causa de por qué voy a ignorar tu post son las siguientes: Ignoro el ataque de Mireia, el pj de Riujano; En el post no explico de qué manera Asthar descubre al impostor, por ende, no podría saber realizar el ataque con la lanza y última pero no menos importante, no describio en el post de qué manera Asthar llego a la calle en donde esta Mireia y el Banefort.

ONN:

Pese a que Mireia no hizo ningún ruido, Euphorbus sintió el aura de la maga y viceversa. Se dio vuelta y com ambas manos conjuro una luz cegadora que impidio que vea. Cuando se fue la luz, el camaleon ya estaba posicionado en otro lugar, lejos de la maga.

- ¿No te gusta lo que hago, hermosa? Tu cuerpo es muy comodo y ni hablar de tus poderes. Es una lastima que trabajes para los cuervos, de nuestro lado tu poder se amplificaría por mil.

Cuando chasqueó los dedos, una especie de urna funeraria aparecio en su mano derecha. Se escuchaban susurros, lamentos, blasfemias.

- Es un pequeño regalo de Sithis. Disfrutalo, hermosa.

Abrió la urna y decenas de sombras malignas salieron más rápido que un rayo. Al instante poseyeron los cuerpos de los asesinados por el impostor y rodearon a la autentica Mireia mientras el impostor huía con su aspecto original y el trabajo realizado.

Identifique la nueva energía del enemigo y, antes de que se perdiera de vista, alcance a hechizarlo con un encantamiento rastreador. Luego, genere una especie de esfera energética que contenía un mensaje de voz para Ashtar: "Sigue está esfera, Ashtar, te ayudará a encontrar al impostor.". La esfera salio, en busca de donde fuese que estuviera.

- Repose en paix.

Enfundé mi florete, a la vez que cargaba mis manos con energía purificadora. Con inusual agilidad, esquivaba los ataques de los recién fallecidos, para luego tocarlos con la palma de mis manos y purificarlos en un instante.

¿Un mensaje? perfecto, asi que Mireia encontro al impostor, asi que deberia de estar muy lejos de este lugar para no confundir mi trabajo, eso es muy bueno, o al menos eso espero, Mireia no es alguien facil de matar.
Seguia a la esfera hasta encontrarme una taberna da mala muerte, aaaahhhh, cuantos recuerdos y cuantas costillas rotas e hecho en este tipo de lugares...
La esfera siguio hasta posarse encima de alguien.
-Asi que eres tu...
Como verificacion, no le dare momento para descansar, a el ni a sus amigos, asi que lo lamento por ellos.
Extendi mi mano, y esta empezaba a lanzar varios cristales filosos y resistentes hacia el y su compañia sin cesar, estos cristales no tenian daño magico o espiritual, pero se centraban en su velocidad que hacia mucho mas letal el golpe.

Golpeé la mesa de metal, dejando un notorio abollón con la forma de mi puño, cansada de tantas idas y vueltas. Cada vez que solucionábamos algo otro contratiempo aparecía.

- ¡Demonios!. ¡Bien, a ver que quieren estos espíritus de mierda!.

Salí de la habitación a paso rápido, para llegar a la plaza. Elrohir me había alcanzado, ¿Cómo puede aguantarme tanto?.

-No me molesto que me difamaras, me molesto que lo hicieras con Mireia, imbecil.
Dije una vez sali del edificio y me fui directo con una sonrisa y mirada aterradora, que bien se sentia hacer eso, tenia un poco de tiempo de no hacer eso, pero da igual, ahora son una molestia menos, una vez escuche otra vez el cuerno, rapidamente fui a la plaza, ¿que diablos es ahora? al llegar observe a Mireia molesta, no la culpo.

Me abrí paso entre los curiosos, empujando a los más grandes que obstruían mi caminar. Estuve pocos metros de Klaus y sus golem cuando me detuve. Posé mi mano sobre el mango de Misdent, que emitió un fuerte brillo, notoriamente visible.

- ¿Quién pensaría que el gran y famoso Klaus Schreiber abandonaría su lealtad al Reino y amenazaría a los habitantes de su amada tierra?. Lo que hace oscuridad es impresionante, he de admitirlo. Si eso es lo único que tienes para decir, marchate ahora mismo. No nos rendiremos ante tu señor, estás son las tierras de Khazum y Misdent. Recuperaremos nuestra paz y nuestra nieve. No caeremos sin antes pelear, rendirse no es una opción. Márchate, ahora.

Oh... que lastima, al parecer al Gato de arena se le acabaron las 7 vidas... que lastima...
Pero bueno, ahora el problema es que tendremos que enfrentarlo en 2 dias... que mal...
Ahora un Heroe que se dejo llevar por la oscuridad, y... que molestia.
Esto se esta convirtiendo en una molestia, tengo ganas de descansar.
-Oye "Heroe", tu tiempo de brillar ya paso, vuelve a tu tumba a que te coman los gusanos, ya tenemos suficientes espectros con los que lidiar para que vengas tu.
Dije algo enojado.

Inmediatamente puse mis manos hacia al frente, creando una de las prisiones más potentes que podía realizar. Quien quedaba encerrado en ella no podría salir, pero los aliados podrían entrar y salir a placer. Debía mantenerme conteniendo la fuerza de los goles, y estar preparada para mantener la prisión en pie.

- ¡Aprovechen ahora, idiotas!

-Lo triste es que el enemigo nos esta dando lecciones de vida, pero no las necesitaremos cuando estemos muertos.
Dije mientras levantaba las manos, y dije enojadamente:
-Oh Karshifal, Alma de Dragon, prestame tu fuerza y poder, dejame guiar a estas pobres almas al Vacio; en donde desapareceran por la eternidad.
Extendi mi mano, donde una exagerada y casi imposible energia oscura empezo a rodear mi cuerpo, mis ojos se volvieron morados y con el Iris delgado de color negro, pero antes de un parpadeo, una Armadura empezo a aparecer en mi cuerpo, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ya no se sentia esencia humana, se sentia la presencia y el alma de un Dragon pero en tamaño humano, y con una voz que parecia gruesa y muy ronca, que hasta hacia eco, dije:
-Los matare.
Cuando de un salto varios metros hacia arriba, de un corte atravese verticalmente a uno, partiendolo en dos.
A otro, dispare una esfera que al tocarlo, lo empezo a electrocutar, haciendolo polvo en pocos segundos.
A otro, corri a una velocidad sobre-humana y lo decapite, pero sin derramar una sola gota de su sangre.
En ese momento, chasquee los dedos, y un hoyo gigante debajo de uno mando a un Golem al "Vacio", un lugar donde nada existe, y donde el desaparecera algun dia...
Al ultimo, para acabarlo con gracia, lance mi espada a su pecho, para cuando se clavara una parte de el quedara fuera, asi que de un salto me pare encima de mi espada clavada en su pecho, empezaba a golpearlo sin parar, abriendole un gran hoyo en su pecho, dejandolo caer muerto.
-Eso fue facil.
Dije, pero aunque mantenga esta armadura, me siento ya algo cansado, mas de lo que ya estaba, casi que caigo arrodillado, fue poco tiempo, pero use demasiada magia ultimamente, tengo que descansar, o al menos robar energia oscura de alguien...

Miré a Glover, seria, pero molesta.

- Si, el tenía una familia. Mi padre también tenía una familia, mi madre tenía una familia, mi hermano tenía una familia. ¿Y qué paso con ellos?. Todos murieron, y a nadie le importó una mierda, a nadie más que a mi. La guerra no es fácil, Glover. Aquí mueres y nadie te recordará, tan solo eres uno más en un ejercito que lucha por proteger lo suyo.

Mire a ambos, con una mirada fria y un rostro neutro.
-Son muchas las personas que mueren cada dia, ellos tienen familia, hijos, y muchas cosas por hacer, pero aun asi mueren, ¿y adivina que? a nadie le importa, guerra o no, moriran y a pocos le importara, asi es la vida, asi es este mundo. Dije, mientras me levantaba de la mesa despues de comer rapidamente.
-Ire a descansar, necesito reponer toda mi magia, el Dragon me debilito mas de lo que debia... y me fui a dormir.

Podría haber reconocido el sonido de ese cuerno desde cualquier parte. En ese momento estaba hablando con Elrhoir en una de las mesas del cuartel. Mis ojos se abrieron como platos y me fui dejé la mesa, corriendo. Avanzaba por los pasillos, hasta que encontré de golpe a Galerion y por poco lo hago a un lado de un golpe. Me frené en seco, mirándolo, agitada.

- ¿Dondé está Tauriel?.

- ¡Mireia!

La muchacha, que no era mucho más alta que yo, se abrió paso entre los pocos que habían entrado al cuartel y corrió hacia mi. La abracé, con fuerza, casi lastimándola.

- ¿Dónde está Gemma?. ¿Tú estás bien?.

- Si, estoy bien. Gemma... Alaric la llevó a alguna parte cuando el descontrol comenzó. Los civiles fueron a Ventalia. El solo la cargó en brazos y se la llevo. Cuando volvió no quiso confesarme a donde la había llevado.

Me alejé unos pasos y la miré, asustada. Observé a mi primo, Alaric, cabecilla de mi familia. Dio unos pasos al frente, hasta igualar a Tauriel.

- ¿Dónde está, Alaric?.

- Ella está a salvo. Confía en mi, Mireia, la volverás a ver cuando todo esto termine, sana y salva.

Al escuchar las palabras de mi primo me volvió el alma al cuerpo. Era alguien en el que se podía confiar, y nunca fallaba a su palabra. Lo único que me quedaba era confiar.

Una vez que terminé de hablar con Tauriel, ahora en un lugar más privado, recibí la convocatoria de Galerion. Nos reunimos, los cinco, donde lo soliamos hacer nosotros a menudo.

- Bien, Galerion, primero que nada gracias por cuidar a mis tropas. El "ejercito del inframundo" está liderado por Sithis y la Mano Negra como principal... "representante" en nuestro mundo. Sabemos que llegarán en no más de dos días, incluso antes, y que el ejército que han reunido es posiblemente bastante más numeroso que el nuestro. Sin embargo, creo que podemos ganar. A diferencia de ellos, nosotros tenemos algo que defender.

-¿M-Mi padre...? *glup* oh mierda...
Esa fue mi reaccion al saber que mi padre queria hablar conmigo, no puede ser... ese viejo, ¡deberia de estar en Etheit con mis hermanas defendiendo el lugar! bah, incluso sin el podrian defenderse, pero su ayuda seria muy necesaria.
Empeze a buscar a mi padre antes de ir con Galerion, pero creo que fue al contrario, el me encontro a mi, pero antes de ubicarlo, tenia un gran golpe en mi rostro.
Estaba tirado en el suelo, mientras observe quien me habia golpeado, era... oh demonios.
-¡Ashtar Alarion! grito enojado mi padre, esta herida no me sanaba, al contrario, era como si fuera un morete, estupida magia de el viejo.
-Mocoso, te e estado buscando durante mucho tiempo, ¿¡no sabes la mala fama que nos has dado por tus acciones?! la culpa la tiene tu madre, si no hubiera... da igual, al menos tu fama oscura fue ganada por un ideal noble, asi que estoy a punto de golpearte y felicitarte a la vez.
-No creo que... Y me dio otro golpe.
-Felicidades.
-G..gracias...
Y despues empezo a hablarme sobre como esta mi madre, mis hermanas, Etheit, el perro... que viejo mas... ¡MOLESTO!
Habiamos llegado al legar donde estaba Galerion, ya estaba Mireia dando su informe, mi padre solo saludo con la mirada a Galerion, al igual que yo, y nos sentamos, para cuando terminara Mireia, yo seguir.
-El problema es mientras mas de nuestros Aliados mueran, sus filas se haran mas grandes, y en ese caso estaremos perdidos, Arkay el Dios del Inframundo esta debilitado y no puede hacer su trabajo, en esta batalla los mas utiles en combate seran los magos blancos, tienen que purificar o destruir a los enemigos, si no, estaremos perdidos.
Dije seriamente, mi padre solo escuchaba con los ojos cerrados, aunque se dio cuenta de la presencia de Mireia, este no la saludo, siente que es mejor ir al grano y evitar ya las formalidades.

Miré a Galerion, seria. Elrohir no hablaba, solo se mantenía callado, mirando hacia el suelo.

- Nártidan tiene de su lado a Vladimir y a Dracarys, y también al dragón de la casa Alarion. De todas formas, hay algo que necesito hablar contigo, Galerion, a solas.

Miré instintivamente a ambos Alarion. No me molestaba la presencia de Glover y la de Elrohir, pero lo que iba a confesar era demasiado delicado, y ni siquiera ellos podían estar presentes. Esperé que todos salieran fuera (Perdón por el control, solo lo hago para agilizar), y luego miré a Galerion. Realicé un encantamiento para que no se nos pudiese oír fuera de la habitación.

- Verás... hace tiempo siento que algo intenta comunicarse conmigo. Puede resultar extraño, pero estoy llegando a pensar que un dios intenta darnos su apoyo. No es Misdent, la espada ya me lo hubiese demostrado. Es alguien más, como un ángel guardián que vela por la seguridad de mi familia y del reino. He hablado con Tauriel y ella siente lo mismo, y puedo arriesgarme a pensar que todos los Nailet sentimos lo mismo.

[Galerion escuchó atentamente a Mireia mientras frotaba su barba.

- No soy para nada un experto pero los estudiosos sobre la materia dicen que antes de la creación de nuestro mundo, cuando solo existía la luz y la oscuridad, cientos de deidades, seres sumamentes poderosos, pululeaban en el vacio libremente. Cuando nos crearon, muchos de esos seres se manifestaron y por eso le rendimos culto o le tememos. Los demás se mantuvieron al margen de los mortales y solo aparecen en determinado momento o a determinado tipo de gente. Esto creo que puede explicar lo que los Nailet y tú estan experimentando.  

De pronto, Mireia, Asthar y Glover se desmayaron bruscamente. La conciencia de cada uno de los tres viajó a una dimensión monocromatica, parecida al Jardin de los Alvan pero el color predominates es el negro, no el blanco. En frente de ellos, escondido entre las tinieblas, una [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] miraba a los tres.

- Bienvenido a mi humilde morada. Hace mucho que no traigo invitados aquí, por lo que pido disculpa por el desorden.

Instintivamente, totalmente desorientada y sorprendida, tomé el mango de mi florete. Di un paso hacia atrás, insegura, tomando una posición insegura.

- No se quien seas, ni por que estamos aquí, pero te agradecería mucho que me dejases volver a mi mundo. Identifícate.

Mi mirada era seria, pero no amenazadora. Seria, seria y desconfiada.