El Jardín de los Alvan. [Asthar]

El Jardín de los Alvan. Un maravilloso lugar, donde uno puede estar en donde se le ocurra, u obtener lo que desees, tan solo con pedirlo a su dueño. Acabas de aparecer en este extraño mundo, sin saber donde estas ni como llegaste, y todo lo ves blanco, sin poder distinguir donde comienza el suelo. Escuchas pasos, que resuenan por todo el lugar, con un eco interminable. Una muchachita de no más de veinte años se te acerca y te habla. Te mira con delicadeza, con una sonrisa perfecta en sus labios. No sabes el como ni el por que, pero conoces su nombre: Blanche Alvan.


- ¿Te has perdido, pequeño?

Amaneci en un lugar extraño, ¿en donde diablos estoy? pense rapidamente, mientras sentia como si flotaba en este espacio blanco, intentando pararme, cuando lo logre, rapidamente mire a mi alrededor, donde estaba Blanche, espera, ¿como diablos se su nombre? okay, mira que soy mago y me encanta descubrir, ¿hechizo enemigo quizas? no creo...
-Ehmmmm, disculpa pero, ¿que diablos es este lugar y porque estoy aqui?... o mas bien, ¿quien rayos eres tu?
Dije.
Off: es un chico de cabello rojo, al igual que sus ojos, apuestos, brillan como si fuera un fuego intenso, mide 1.75, es delgado pero se le nota musculatura definida, labios definidos, anda un traje de cuerpo entero, con una tunica oscura.

Blanche no dejó de sonreír, y solo te miró. Dejó esperar unos segundos para hablar.


- Creo que ya lo sabes, Asthar, pero mi nombre es Blanche. Estás en mi hogar, mi jardín. Puede ser muchas cosas, y a la vez ser nada, tal y como tu. Muchos humanos llegan a esta tierra, tal y como tu. Puedo verlos por dentro, están vacios, incompletos. ¿Por qué llegaste?. Eso es fácil de responder, pequeño. Mis descendientes te han encontrado y creen en ti, y en tu fuerza. Eres poderoso, lo siento. Eres temido, lo se. Pocos tienen la oportunidad de conocerme, y ya que estás aquí, supongo que has sido enviado a buscar lo que te falta, ese pedazo de ti que necesitas para completarte. Dime, ¿A cuál de mis niños has conocido?. Me gustaría saberlo, quizás te suenen los Nailet, o los Alvan.

Lo miraba algo intrigado, ¿como diablos podria ser este su hogar? tan solo, vacio, solitario, ¿enserio alguien puede vivir aqui sin problemas? no lo creo.
Habla de cosas que no entiendo, aunque es cierto eso de ser temido, no pocos me hablan igual al saber mi nombre, estupidos rumores oscuros, cuando menciono a los "Alvan" no recuerdo a ninguno, pero al mencionar una "Nailet", me quede mirandola sorprendido, esta hablando de Mireia, esa chica me agrada, pero ¿que tiene que ver con esta tal... Blanche?
-¿Como es que puedes vivir aqui cuando no hay nada? es extraño, ¿como es que no te has vuelto loca en esta soledad? pero bueno, si, conozco a varios Nailet, Mireia Nailet, forma parte del grupo de Crow de mis hermanas, una buena chica, pero, ¿que tiene que ver contigo? aun asi... me di la vuelta a observar... ¿el que estoy observando? ¡si no hay absolutamente nada! esto me desespera, no sera que estare en un hechizo enemigo, ¿no? no creo...
-Aun asi mis ojos se volvieron repentinamente morados, esto era para ver si encontraba algun sentimiento oscuro en ese momento, odio, rencor, sed asesina, o cualquier sentimiento de depravacion u odio.
espero que no este aqui por nada malo, ¿o si?

 Blanche lanzó una risa al escuchar tus palabras.


- Que yo sepa no has hecho nada malo, ¿O si?. Este es mi hogar, Asthar, ¿Acaso tu te aburres en tu hogar?. Pues yo no. Pero, si tanto te molesta este lugar, podemos estar en donde quieras. ¿A dónde te gustaría estar?. Donde sea, y yo te llevaré. Y luego te explicaré quien soy.

-Bueno, para serte sincero, si.
Dije ante el comentario de mi hogar, aunque mi hogar me es comodo, me aburro, prefiero viajar, aunque la mire, y le dije:
-Bueno, puedes llevarme a mi hogar y hablar alli ¿no? si me conoces tanto, seguro sabes donde vivo, pareces una acosadora en realidad, sabes tanto de mi y yo no se de ti, ¿segura que no eres una acosadora? dije observandola.

- Primero vayamos a tu hogar, entonces. Luego responderé a tus preguntas.

 En un pestaneo Asthar se encontraba sentado frente a la crepitante chimenea de piedras y ladrillos, en la cual un calido fuego calentaba la habitación. Era una casita de dos plazas, comoda y sencilla, con un emblema de Arganan, el Dragón Oscuro del Vacio. Podían verse en las paredes fotografías familiares de las cinco generaciones de los Alarión que habían vivido en Nártidan. Arcos, espadas y escudos colgaban de las paredes como si trofeos de guerra se tratasen, y se podía oler en el aire el aroma de un pasted de chocolate recién horneado. Blanche no se había sentado, esperaba de pie a junto al fuego. Desde la planta superior se escuchaban las voces de las dos hermanas de Asthar, que no habían parecido advertir la llegada de su hermano.


- Asthar, no soy una acosadora. Mi nombre es Blanche Alvan, y soy una diosa. Y no te procupes por tus hermanas, ellas pueden verte, pero no a mi.

-Mis hermanas no me preocupan, ellas pueden preocuparse por si mismas.
Dije rapidamente, cuando me sente con una pose orgullosa, y una pierna encima de la otra, cuando dije lanzando un suspiro:
-Asi que eres... ¿una Diosa? bueno, viendo la situacion, no creo que mientas, pero aun asi, no estoy seguro, hay muchas opciones, y aun asi mi magia no esta detectando nada, es extraño, ¿que quiere una Diosa de mi?
Dije tranquilamente, con un tono calmado, mirandola seriamente, cuando la mire y le dije:
-Puedes sentarte, esta en su casa, señorita Diosa.

Blanche se sentó en el apoyabrazos del sillón que ocupaba Asthar a pesar de haber varios asientos disponibles. La muchacha sonrió, divertida por la actitud del joven Alarion.


- Veo que no te lo tomás muy en serio... es divertido. ¿Qué puedo hacer para que me creas, Asthar?. Puedo mostrarte tu pasado y tu futuro, indagar en ti, conocer tus miedos, tus deseos. Puedo llevarte a donde desees, e incluso terminar con tu vida en un suspiro. Puedo controlarte, hacer que pienses y hagas cosas que no quieres. Puedo hacer que te enamores de mi, o de cualquier otra persona que se te ocurra. Dime, ¿Cómo puedo hacer que me creas?

Solte una pequeña risa ante ese comentario, ¿o era amenaza? de Blanche, mis brazos se estiraron, y se asentaron en los bordes de el sofa, donde la miraba ahora profundamente, y le dije:
-Vaya, ¿eso fue una amenaza? lamentablemente no soy tan idiota como para pedirte una demostracion estupida suspire tan solo quiero saber a que se debe que una "Diosa" venga hacia mi, ¿que es lo que e hecho para recibir esta... ¿honorosa visita? ademas, no me gusta que indagen en mi, eso solo aumenta mi idea de que en realidad eres una acosadora.
Dije, cuando una pequeña sonrisa salio en mi rostro.

- Puedo ser una acosadora si es lo que deseas, pequeño.

Blanche rió y se puso de pie, para ponerse de pie frente a la chimenea, dando la espalda a Asthar.


- ¿Qué es lo que busco de ti?. No lo se, Asthar. Mireia sintió que eras digno de venir a mi tierra, por lo que me toca preguntarte, ¿Qué es lo que tu buscas de mi?. Puedo darte respuestas a todo, tan solo tienes que preguntar. Dime, entonces, ¿Qué es lo que te hace falta para completarte?

-No gracias, creo que estas mejor asi.
Dije, para cuando ella hablo, ¿completarme, eh? hmmm... me pregunto que hace falta para completarme...
Mas poder...
No, eso lo hare yo mismo, conseguire mi propio poder, y superare a mis ancestros.
-Creo que un poco de cariño me completaria.
Dije como burla, pero mi mirada era seria al igual que mi rostro, cuando segui:
-Sinceramente no lo se, ¿que es lo que me podria faltar? no me falta nada, tengo lo necesario, ¿o tu que crees que me hace falta, Diosa?
La mire, con una mirada neutra.

- En mi sincera opinión, Asthar, creo que son muchas y a la vez pocas las cosas que te completan. Una persona a quien amar podría ser un ejemplo. Dime, Asthar, ¿Estás enamorado?. 

 Blanche aún sonreía, aunque no de la misma forma que antes. Lo miraba con... ¿Compasión?

-¿Yo? ¿enamorado? solte una pequeña carcajada, y prosegui para nada, no hay ninguna mujer que la encuentre perfecta para mi, o mas bien no creo que exista, pero eso no tiene nada que ver, ¿a no ser que tu seas esa chica? la observe de pies a cabeza, y le dije:
-No lo creo, tienes demasiada carne.
Suspire y cerre los ojos viendo hacia el techo.

 Blanche lanzó una risita, le divertía el solo hecho de pensar que un mortal se enamorara de ella.


- Siento lástima por ti, Asthar. Enamorarse es uno de los sentimientos más lindos que un ser puede sentir. Incluso yo, una diosa, he sido capaz de enamorarme. Por algo hay humanos que son parte de mi descendencia. Mireia, por ejemplo. ¿Qué piensas de ella?.

-Hmmm, asi que Mireia es parte de tu descendencia, ¿eso no la convierte en alguna clase de semi-diosa o algo? no lo creo.
Dije, cuando escuche su pregunta, y dije:
-¿De Mireia? es una chica amigable, admiro la manera en la que se esfuerza en hacer las cosas bien, en buscar lo bueno, y aunque es algo inmadura, sabe como hacerle frente a los problemas serios de una manera admirable.
Aunque... me preocupa ese sentimiento de proteccion que tiene con los de Crow, siento que valora mas la vida de los demas que su propia vida, y eso esta mal. mire al fuego fijamente si valoras la vida de los demas mas que la tuya, y pones sus deseos primero que los tuyos, no eres mas que una marioneta que sigue los deseos de los demas.

- ¿Eso es lo que piensas de Mireia?

 Blanche no había dejado de mirarlo, aunque estaba algo molesta por la forma en que se había referido a Mireia.


- No es mi objetivo revelarte la vida privada de Mireia, pero ella ha perdido demasiado. Ella no tiene familia, tanto sus padres como su hermano han muerto en batalla, y ya no tiene nada que proteger. El ser humano tiene una debilidad, Asthar, y es la necesidad de proteger. Mireia ha adoptado una nueva familia, ¿No es normal que ella intente protegerlos?. Crow es su familia, Asthar.

-No digo que protegerlos este malo, Blanche hice una pausa pero ella valora mas la vida de los demas, que su propia vida, ella es cierto que a perdido mucho, pero dudo mucho que a sus familiares caidos en la batalla, desearian verla a ella muerta por salvar a alguien mas.
Mi mirada se torno fria y distante, y segui:
-¿De que sirve salvar la vida de alguien mas, si no puedes salvar tu propia vida? aunque es un deseo muy hermoso el proteger a los demas, solo no quiero verla muerta en el intento de salvar a alguien mas, ¿entiendes?

 Blanche lanzó una sonrisa, curiosa.


- ¿Por qué demuestras tanta preocupación por ella, Asthar?. ¿Será que te importa más de lo que yo imaginaba?. Mireia no es tonta, ella sabe cuidarse por si misma. Y, siendo el caso de que ella muera protegiendo a alguien más, ¿No sería esa una de las formas más nobles de morir?. Si fuera una humana me gustaría morir de esa forma... sería lindo, creo. Oh, no creas que estoy menospreciando la vida de nadie. A pesar de no poder morir, se como valoran la vida ustedes, y me daría mucha pena que uno de mis hijos muera.

-¿Acaso uno no puede preocuparse por sus amigos? solte un pequeño comentario como si fuera un regaño, y segui.
-¿Morir por alguien, "noble"? mi mirada se torno fria y seria, viendola fijamente.
-Tonterias, ¿morir protegiendo a alguien? lo unico que haces es desperdiciar tu vida en un abrir y cerrar los ojos, abandonar a tus seres queridos, abandonar tus deseos y ideales, solo por una persona, si no puedes salvarte ni a ti mismo no intentes salvar a los demas, solo desperdiciarias una vida.
Mi voz se escuchaba triste y melancolica, cuando dije:
-No quiero que ella desperdicie su vida por alguien mas.

Blanche miró a Asthar con ternura. Lo que había dicho era muy lindo, pero a la vez, según el juicio de Blanche, muy errado.


- ¿Qué le queda a Mireia?. Es joven, si. Es una muchacha preciosa, si. Ella puede formar una familia, y aún le queda mucho por vivir. Conozco a Mireia más que cualquier persona, Asthar, y se que ella se siente sola y triste. Me gustaría ir con ella, abrazarla, ser su amiga. Pero estoy atada aquí, y lamentablemente no hay nada que pueda hacer. No quise ver su futuro, y trato de no hacerlo con nadie, por lo que espero que alguien vuelva a llenar de color su vida.

 Blanche se miró las manos, apenada. Le causaba tristeza el no poder ayudar a Mireia.


- ¿Morir protegiendo a alguien es desperciar tu vida?. Pongamonos en una situación hipotética. Tus hermanas están a punto de morir, y solo tu tienes la posibilidad de que, al precio de tu vida, tus hermanas sobrevivan. ¿Las dejarías morir? ¿O pagarías el precio por su vida?. Creo yo, Asthar, que no hace falta que me contestes, pues se la respuesta sin siquiera tener que meterme en tu mente.

Me quede observando su rostro, cuando con una sonrisa, respondi a su hipotetica escena
-En ese caso... habria desperdiciado mi vida por mis dos hermanas, y aunque va en contra de mis ideales, lo hare porque son mis hermanas y las quiero mas que nada en el mundo.
Pero mi mirada volvio a ser seria y fria:
-Pero conozco demasiado bien a mis hermanas para saber que no arriesgaran su vida a tal nivel, y aunque yo hiciera eso, no quiero que Mireia haga eso.
Aunque ella cumpla su deseo de proteger a alguien, no se a dado cuenta aun que eso no implica salvarse a si misma.
Mi mirada se torno melancolica, pero con un tono serio.
-No hay nada mas alla de salvar a alguien.
Al final solo consigues una vida falsa pensando que el haber salvado a alguien puede llenar ese vacio que tiene en el corazon...
Por eso...
Esos ideales no tienen sentido.

 Satisfecha por sus palabras, pero con ganas de seguir revolviendo los pensamientos de Asthar, Blanche sonrió.

- Quiero que me respondas otra cosa, Asthar. Si Mireia muriera salvando tu vida, ¿Qué es lo que pensarías?. ¿Estarías agradecido? ¿Enfadado, quizás? ¿O ambas?

Mi mirada se torno curiosa, ¿porque quiere saber tanto de mi esta "Diosa"? no lo se, y tampoco me interesa...
-Estaria enfadado, si yo no pude salvarme, es porque hice algo mal, y en ese caso mi castigo era la muerte, por ser negligente y haberme sobreestimado, no quiero que ella muera por alguien mas.
Mire al techo, y dije:
-Si ella muere, sera por ella misma, eso quiero yo, que no se deje llevar por el sentimiento de sacrificarse o pelear por los demas, si no, pelear por ella misma, por sus ideales y deseos.

 Blanche se sintió conmovida por las palabras del muchacho, hace mucho tiempo que alguien como el no llegaba a sus tierras.


- A veces lo que uno quiere no es lo que ocurre, pequeño. A pesar de todo lo que puedas decir a Mireia, ella no cambiara. Es de esa clase de personas que uno disfruta de tener a su lado, justamente por ser como es. Agradezco que seas su amigo, y te pido que la protegas en lo que te sea posible. Eres un buen chico, Asthar.

 Blanche lo miró, sonriendo, contenta.


- Valoro la vida de los míos por sobre todas las cosas, y me enorgullezco de que sea algo que Mireia haya heredado. Siento decirte que, desde la muerte de su hermano, ella no encuentra motivos para disfrutar la vida. Es por eso que intenta con tanto esmero proteger a Crow, a su familia. Si tanto te preocupa que ella muera por proteger a los demás, entonces ve y protégela. Únete a Crow, deja que ella te cuide y, por sobre toda las cosas, protegela de ella misma. 

 La diosa le dio la espalda nuevamente, mirando al fuego.


- Lo que está escrito, está escrito. Pero eso no implica que no pueda ser modificado.