El día que el Cuervo de Luz dejó de brillar [PVT w/Ashtar]

Música de ambientación:

Todo era negro al rededor. Ninguno de los dos entendía demasiado lo que estaba sucediendo, pero podían verse el uno al otro, jóvenes y felices como supieron ser, de no más de 20 años cada uno. Tanto tiempo sin haberse visto, tantos años... y parecía que nunca hubiesen dejado de verse, la sensación que les inundaba el corazón les hacía imposible pensar que hubiese pasado más de unas horas. Pero ambos sabían bien que llevaban décadas sin hablarse, sin siquiera verse. Poco a poco todo comenzó a iluminarse, pero no estaban en ningún lugar en concreto, todo era blanco y no podían identificar donde comenzaba el suelo. Era como si amos estuviesen parados sobre la nada, como si estuviesen flotando.
La muchacha comenzaba a entender que era lo que sucedía. Sin embargo ambos podían entender que, a pesar de todo lo que había sucedido entre ellos, estaban felices de poder verse el uno al otro. No era casualidad que estuviesen allí, algo estaba ocurriendo y Ashtar no podía identificarlo, sus inmensos poderes no servían en aquel extraño lugar. La cabeza del muchacho no paraba de dar vueltas, pues la felicidad y el desconcierto le hacían dudar de como sentirse. Ante la cara de desconcierto de Ashtar, Mireia sonreía con una dulzura que penetraba hasta la parte más recóndita de su alma. Aquella sonrisa movilizaba todas las fibras de su cuerpo, le hacía sentir una paz interior que le hacía olvidarse de todo lo que lo aquejaba hasta ese momento.

- Me alegra poder verte, Ashty. Creí que nunca más volvería a saber de ti. Sé que tienes muchas preguntas y estoy aquí para contestarlas. ¿Por qué decidí olvidarte? ¿Por qué decidí alejarme de ti y no buscarte? ¿Por qué decidí que lo mejor para mi era que separarnos para siempre? ¿Por qué desaparecí? ¿Qué es lo que en verdad siento por ti? ¿Qué es todo esto? Tengo muchas cosas que decirte, cosas que quizás ya no importen. Entenderé si no quieres escuchar y prefieres que me vaya ahora mismo, lo merezco, merezco que me odies. Pero, por favor, necesito que me escuches, necesito contestar a tus preguntas, necesito que... que sepas todo.

Sad ost:

La verdad, desde aquel fatidico dia, las cosas han cambiado demasiado... Yo solo queria ayudar al mundo, como un humano, como Ashtar Alarion. Actualmente, esa persona murio en el intento de salvar al mundo, dejando atras todo lo que amaba, su familia, sus pocos aliados... Y a Mireia Nailet, la persona a quien mas apreciaba. Nuestro ultimo adios fue mas que doloroso... Lo recuerdo como si lo estuviera reviviendo en carne propia siempre, la persona que pensaba que todo lo que hacia fue en busca de poder... ¿Por que sera?

Eso no importaba... La verdad, al encontrarme en un lugar oscuro, sin saber que ha sucedido... No pude evitar pensar de que era gracias a alguna deidad enemiga que me desea hacer daño, al final, tanto en la mortalidad como siendo una deidad, soy una persona facil de lograr enemigos. Pero... Cuando observo el horizonte, no pude evitar como mi garganta se quedo sin palabras, entre un choque potente de todo lo que he pasado a lo largo de mi vida, de lo cuanto me he esforzado para protegerla... Y de lo poco que logre con ese objetivo... -¿Mireia...? No, no puedes recordarme, simplemente... Tu... ¡TU...! -Mi rostro reflejaba mucha duda, felicidad al ver de que me reconocio, tristeza al pensar en su ultima decision, siendo un Dios, el dios de la Muerte Arkay... Jamas pense que podria volver a sentir este tipo de emociones, siendo un duro impacto para mi...
Apretando mis puños con colera, me acerco a ella mientras le tomo por los hombros. -¡Tu, de todas las personas...! Mi rostro estaba totalmente agachado, mientras que mi cabello no le permitia el que ella viera mi rostro, posiblemente intentando soportar todas las lagrimas. -Tu... Aquella persona que deseo con todo el corazon el jamas volver a verme... TU... LA PERSONA QUE ME ABANDONO, QUE JAMAS SUPO DARME LA LUZ... LA PERSONA QUE CONDENO MI CORAZON, Y ME CONVIRTIO EN LO QUE SOY AHORA... -¡UNA DEIDAD DE LA MUERTE... ATRAPADA EN LA INMORTALIDAD, SIN EL PODER DE CAMBIAR EL PASADO, BWAJA, BWAJAAAJAJA! Doy unos pasos atras, tambaleandome mientras caigo de espalda, cuando nuestras miradas finalmente cruzan de manera directa... Causando que en mis ojos, las lagrimas fluyan... Agachando mi rostro, las lagrimas caen en mi pecho... -Dimelo todo, Mireia... Dime que mas deseas ahora de mi... ¿Que mas tengo que hacer ahora... Para protegerte...? Yo...

Mireia no paró de sonreír en ningún momento, a pesar del exabrupto y las palabras de Ashtar. Se acercó a el, a paso lento, y una vez a su lado se arrodilló y levantó su rostro con una de sus manos mientras que con la otra le acomodaba el cabello que le tapaba los ojos y le secaba las lágrimas que no paraban de correr por sus mejillas. Al sentir el tacto de su piel el joven Alarión sintió algo que no había sentido desde hace muchos años. Libertad. Algo que hasta hace instantes estaba allí había desaparecido: Lord Arkay no estaba en aquel lugar, solo eran Ashtar y Mireia.

- Nada, no debes hacer nada, ya has hecho demasiado por mi. Te recuerdo, Ashty, recuerdo cada uno de los momentos que vivimos juntos. Los buenos, los malos, y los guardo en lo más profundo de mi corazón. Lamento tanto que todo haya acabado como acabó... no debía ser así, ambos lo sabemos. Entiendo tu rencor, actué mal, tomé malas decisiones. Es normal, somos humanos y nos equivocamos, y esos errores son los que nos hacen especiales, Ashtar, son los que nos definen como personas. Claro que me arrepiento. Te abandoné cuando más me necesitabas, te borré de mi vida cuando lo que anhelaba era que estuvieses conmigo para siempre. Fui débil, no supe darme cuenta de lo que en verdad sentía, de lo que mi corazón me decía. O quizás si, y tomé la salida fácil. Siempre dicen que las Nailet somos valientes y fuertes, pero hasta las Nailet tenemos miedo. Miedo al dolor, a perder a quienes queremos, a estar obligadas a sacrificar aquello que queremos por el bien común.
Aquella vez, cuando deseé que nunca más volviéramos a vernos, estaba furiosa y me sentía traicionada por aquel que había sido una de las personas más importantes de mi vida aún sin saber el apreció que tenía por ti. A pesar de haberte borrado de mi memoria simplemente no podía tolerar que tu, Ashtar Alarion, me abandonara, tal y como yo había hecho tiempo atrás. Siempre fui egoísta y engreída, pensaba solo en mi misma y en mi propio bien creyendo que lo que hacía era por el bien de los demás. Soy... una persona asquerosa. Y saliste lastimado, todo por mi culpa. Y sin embargo tu aún me querías y te preocupabas por mi, y nunca me olvidaste aún teniendo la posibilidad de hacerlo con un simple pestañeo. Nunca me di cuenta de todo lo que sacrificaste por mi, Ashtar, y nunca podré perdonarme por ello.

Estaba quebrado, seria lo normal despues de todo lo que he vivido a lo largo de mi existencia solo para culminar en este lugar, en donde jamas pense que la volveria a ver, ni mucho menos sentir por una ultima vez sus suaves manos acariciando mi rostro, limpiando los pecados de mi vida humana, reflejados como lagrimas que no paraban de caer por mi rostro.
Y aun, cuando me sentia liberado, el escuchar de Mireia como asumia la culpa de todo lo que habia sucedido a lo largo de mi vida, me hacia sentir mas culpable aun. Jamas he deseado que ella se sienta mal, jamas he deseado hacerla llorar, jamas desee saber, de que ella en algun punto de su vida, la grandiosa Mireia Nailet, podria decirse a si misma, de que se siente asquerosa por lo que hizo... Todo por lo que luche en vida simplemente dejo de valer desde el momento, en el cual no logre completar estos objetivos.
El llanto finalmente ceso, sus palabras me habian herido, asi como me habian hecho sentir levemente mejor... -Enojo, colera, frustracion, tristeza, furia, dolor... Una mezcla de sentimientos que hasta a los seres mas poderosos puede hacer que se tambaleen... -Yo, por ti, Mireia... Sabes que jamas expresaria mis sentimientos de manera abierta, sabes que no soy ese tipo de personas aun despues de la muerte... Pero tu eres consciente, de que si el destino lo necesitara, yo partiria el cielo en dos solo para salvarte... -Y aunque esos sentimientos yo los pude vivir de manera constante... Siempre te perdonare, por lo cual, olvida todo eso... -El destino es caprichoso. Sin duda alguna lo es, pero me pongo de pies... Doy un paso hacia atras, y extiendo mi mano hacia Mireia, con un brillo demasiado peculiar... ¿Esperanza y felicidad en los ojos de Ashtar Alarion? Me da risa, sinceramente, pero asi es... -Mireia... Ven conmigo, yo... No, nosotros podemos vivir en un mundo mejor, juntos en la eternidad, en nuestra utopia ideal... El destino me ha dado esta oportunidad, puedo... Puedo hacer que vivas conmigo... Pero quizas, en el fondo de mi corazon, sepa de que un problema se acerca a esta reunion tan tragica, conteniendo la terrible oscuridad de la verdad en mis ojos... Evitando que esta, se convierta en desesperacion.

La muchacha escuchó con atención las palabras de Ashtar, feliz de que, en cierta forma, hubiese podido salvar a Ashtar. Mireia sabía que, a pesar de todo lo que había pasado, aún había algo de su viejo yo en el, aún había algo que recuperar. Tomó la mano del muchacho con sus dos manos, delicadamente, con la cabeza gacha. Muy en el fondo de su corazón, Mireia sabía que parte de sus palabras eran mentira. No era una persona asquerosa, siempre había deseado el bien para su pueblo, pero parte de si le hacía sentir que todo había sido en beneficio propio, algo que contradecía los ideales de la joven.

- Sería más fácil si me odiaras, ¿Sabes? - Dijo, soltando una risita - Darme cuenta de todo el tiempo que perdimos... es un golpe duro. Quizás ni siquiera hubiese sido necesario llegar a esto, si no nos hubiésemos separado. Gemma me hizo darme cuenta de todos los errores que cometí, ella es todo lo que yo no pude ser. A pesar de tener que atravesar todo el camino sola... no se traiciono a sí misma para lograr todo lo que hizo. Creo que lo único bueno de todo esto fue ella, Ashty, si no hubiese hecho lo que hice ella no habría nacido y todo sería un caos ahora mismo. Cosas del destino. - Mireia hizo una leve pausa, mientras acariciaba con suavidad el dorso de la mano de Ashtar. - Se que la conociste, has visto con tus propios ojos lo que es capaz de hacer. Aunque me duela tengo que aceptar que no cambiaría nada, y créeme que moriría por hacerlo. Ella es mi luz, lo más preciado que tengo.

A medida que hablaba iba avanzando lenta, muy lentamente, hasta que posó su frente sobre su pecho, sin soltar la mano de Ashtar.

- Aunque daría todo porque eso fuera posible, vivir contigo, lamento mucho que no pueda ser. Hay una sola razón por la que ambos estamos aquí, Ashtar. Allí fuera, en el mundo real, las cosas están muy mal, y solo hay una sola cosa que los Nailet podemos hacer para salvar el mundo. No hay como detener a Galvani, que tiene el Oghma Infinium y la única manera de acabar con el... bueno, ¿Recuerdas aquella vieja leyenda del guerrero Nailet, poseedor de toda la fuerza de sus antepasados, el único capaz de enterrar la oscuridad? Si, ya se que me dirás que es una idea estúpida y que no vale la pena, pero, como siempre, es lo que debemos hacer. Somos hijas del invierno, ¿Recuerdas? Es nuestro deber, Nártidan por encima de todo lo demás, como siempre ha sido. Ambos sabemos que está será la última vez, Ashty, será un adiós. El último. Blanche nos dio una última oportunidad de despedirnos y mi corazón te eligió a ti. Es por eso que recuerdo todo, ni siquiera la anti-acerberación puede hacer que olvidemos para siempre algo tan puro como el amor.

Si quisiera podría elegirte, Ashtar, y es lo que quiero, pero si yo no doy mi fuerza al bebe de Gemma, todo por lo que luchamos quedará en el olvido. Hacer eso sería pisotear todo lo que pasamos, ¿En verdad quieres eso? Porque yo no. No quiero lamentarme de nada, Ashtar, quiero hacer las cosas bien de una vez por todas. Dicen que una Nailet solo ama dos veces en su vida, a sus hijos y a quien ella elige, y que su amor será para toda la eternidad. Quizás no pueda hablarte, no pueda verte, no pueda seguirte, pero siempre estaré junto a ti. Viviré en tu corazón siempre que pienses en mi. Solo por esta vez, Ashty, hagamos lo correcto, no tendremos otra oportunidad para hacerlo.