Hogwarts: Revolution [ROL]

Chad Maximus:

Ahh por esto Caroline era tan buena compañera. No solo de su equipo, sino como amiga. Atrapando la Quaffle con un grip practicado, Chad le dió una sonrisa y un signo de “Perfecto” con su mano, poniendo su escoba a máxima potencia y dirigiéndose directamente a los aros en los que Elrand esperaba para interceptar a su capitán rival. Chad, sonriendo, miró al slytherin a los ojos, conectando su pasión competitiva y su respeto por él como capitán con la propia de Elrand.

Chad sabía que no tenía mucho tiempo para hacer su lanzamiento… Después de todo, Dill era el tipo de jugador que lo interceptaría antes de llegar a la zona de gol… Por lo cual Chad solo tenía una opción; la que usó para meter el punto ganador de la temporada 2017, dos segundos antes de que Gryffindor atrapara la snitch. Una vez más, sus poderosos muslos tomaron su escoba, y sus brazos se extendieron hacia arriba, con su torso extendiéndose hacia el cielo. En una mano tomó la Quaffle, y extendió ambos de sus brazos hacia afuera… Aquellos que ya lo habían visto jugar sabrían lo que se venía.

La escoba de Chad comenzó a girar en su propio eje, mientras avanzaba hacia la zona oponente. Tomando más, más y más velocidad, hasta que la silueta del titán encima de la escoba se volvió nada más que una sombra borrosa. Pero en un momento, utilizando todo el momentum generado por este movimiento, la Quaffle salió de la mano de Chad, deteniendo su giro por completo, y lanzándose a velocidades sin precedente directamente hacia el aro oponente… Elrand tendría que tener muy buenos reflejos para lograr atraparla. Y para más, luego de este lanzamiento, Chad no pudo evitar hacer una pose de fisicoculturismo; flexionando sus brazos para ensanchar sus bíceps, mientras le daba una sonrisa ganadora y un guiño a la pequeña audiencia que tenía el campo de quidditch esta mañana.

Esta técnica no era más ni menos que el Meteoro Maximus.


Hermes Paracelsus:


[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Hermes no pudo evitar sonrojarse aún más. Pero con un pequeño sniff, y una sonrisa, se cubrió la nariz con su bufanda nuevamente encantada, y continuó gentilmente acariciando a la pequeña gatita, mientras oía a Alice.

Sus ojos no pudieron evitar ensancharse por como hablaba sobre la Profesora Magnum… Viajar por el mundo, mezclarse con los muggles.. El mero prospecto de eso asustaba a Hermes… Pero de cierta manera, le fascinaba también… y si Alice iba a estar en su clase… Entonces definitivamente no podía ser una mala clase.

¡E-eso suena.. M-muy, muy interesante! T-todavía no he e-elegido ninguno.. P-pero, si t-tu elegiste E-estudios G-ghoul, c-creo que…. ¡Q-que p-podría tomarlo c-contigo t-también!

El joven sonrió, mientras desviaba la vista una vez más a Aletheia, quien seguía ronroneando… Una clase con una amiga, ¿eh? Sería la primera vez. Y… De alguna manera, este sentimiento era calmante, era como si.. no tuviera que estar constantemente temiéndole a.. al otro. Ante su respuesta a su pregunta sobre qué hacía hoy, y su invitación a pasar tiempo con el, Hermes dió un pequeño salto, sonrojado… Pero emocionado, y sonriente, no pudo evitar asentir energéticamente su cabeza.

¡M-me encantaría! G-generalmente p-paso los f-fines d-de semana e-en el jardín b-botánico c-con el p-profesor Longbottom… E-es m-muy gentil, m-me enseña como cuidar a l-las p-plantas, y m-me r-regala ingredientes, p-para pociones, a veces… S-segun el, l-le recuero m-mucho a si m-mismo, c-cuando t-tenia su edad… E-es un l-lugar muy t-tranquilo… I-ideal p-para leer.. ¿T-te gustaría p-pasar el tiempo ahí, j-juntos?”


Vincent Sorum:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], Vincent podía notar su aprehensión por sus métodos.. Sin embargo, mantuvo una sonrisa cordial, y escuchando su respuesta ante su disculpa, el joven Slytherin hizo un pequeño gesto de reverencia con su cabeza, antes de responder un pequeño addendum a su disculpa previa.

”Muy bien, Daphne, tomaré tu consejo… De cualquier manera, Oedon no entra en problemas que sabe no saldrán bien.. Pero sin importar esto, te diré que quedo a tu disposición. Si necesitas algo, no dudes en preguntarmelo… En otras palabras, te debo un favor.”

Con una de sus características sonrisas, Vincent se predestinaba a una despedida de su compañera de casa, y una vuelta a sus estudios… Pero lo que no se esperaba fue que Quentin Bylethsea apareciera ante ambos. Vincent levantó sus cejas ante la intervención del prefecto, pero su calmada sonrisa no dejó su rostro. Asintiendo con su cabeza ante su pequeña reprimenda, e incluso soltando una cordial pero bien intencionada risa.

”Mis más sinceras disculpas, Quentin Bylethsea… Pero no te preocupes. Oedon creció rodeado de libros, después de todo… Sabe que son sagrados. está más interesado en.. Bueno, cosas brillantes.” Rió un poco Vincent… Pero ante su siguiente comentario, su mirada cambió levemente. Sus ojos, cordiales y tranquilos, ahora mostraban una suspicacia pobremente oculta. ”¿Básico, hm? Oh, querido Quentin… Uno no llega a la copa de un árbol siguiendo las ramas… Para llegar al punto más alto, hay que seguir el tronco… Y quién sabe, tal vez encuentre nuevas ramas en el camino, ¿no crees…?”

Vincent se detuvo unos segundos, despidiéndose cordialmente de Daphne, quien decidió volver a su día; antes de continuar su conversación con Quentin.

”Veo que estás tan encima de las cosas como siempre, Quentin… La facultad definitivamente cuenta contigo, ¿no es así? Me lo imagino, con todo lo que está sucediendo en la escuela en el último tiempo....” Su mirada se fijó en los ojos del mayor, y en la reflección de sus lentes. ”Hable con Chad esta mañana. Aparentemente, no sabe mucho del torneo… Pero me imagino que los profesores te habrán dicho algo. Por supuesto, no voy a preguntarte lo que sabes… Pero conociendote, definitivamente sabes de la historia de Hogwarts. ¿Hay algo que puedas decirme sobre los anteriores torneos en la escuela?”

Mientras le hacía esta pregunta a Quentin, el oído de Vincent logró captar la voz de Daphne Weiss una vez más, hablando con alguien solo unos pocos estantes más allá de él y Quentin.. Por supuesto, no pensó mucho al respecto, pero quedó al tanto de lo que estos dos conversaban mientras él mismo hablaba con el Ravenclaw.

El chico tuvo que dar un par de saltos hacia atrás para esquivar los hechizos de Brad. La reacción de Sophie fue instintiva, tomando con firmeza la muñeca de su amigo, obligándolo a bajar la varita. La rabia que sentía era casi incontenible, pero por su bien y el de su amigo no debía hacer nada, o ambos se meterían en problemas. La directora podía ser muy amable, pero así como era amable era extremadamente estricta. Sin embargo, la ira que sentía se vio opacada por la oportuna llegada de Althea, que al parecer había notado lo acalorada que era la situación. Ante ello, las posibilidades de contraatacar de Fred se habían reducido a cero: no haría nada frente a una prefecta y la Premio Anual. Hechándole una mirada de desdén a su compañero de casa y una sonrisa burlona a su ex-novia, Fred se marchó.

— Imbécil—susurró Sophie, en un intento de descargar su frustración—. Gracias por intervenir, Althea. Si no hubieses llegado a tiempo quizás el señor Corwan nos estaría llevando al despacho de la profesora Weasley.

Desde que había pisado Hogwarts, a pesar de ser un año menor, Althea siempre había sido muy amable con ella, y rápidamente se convirtieron en amigas. Luego de dirigirle una sonrisa algo culpable, se sorprendió al darse cuenta que aún sostenía a Brad por la muñeca. Lo soltó rápidamente, al mismo tiempo que sus mejillas se coloreaban levemente.

— ¿Qué estabas haciendo por aquí? ¿Realmente necesitas ayuda o era solo una excusa para espantar a Fred? Te vi con Quentin, desde aquí. ¿Se estaban divirtiendo?—la última pregunta de la pelirroja estaba cargada con un tono algo sugerente. Si bien estaba segura de que Althea tenía a Mr. Q en muy buena estima, no sabía a ciencia cierta si los sentimientos de Quentin eran correspondidos.

— — —

— Ni siquiera los Premios Anuales tenemos ese privilegio, lamentablemente—contestó, mientras marcaba la página que estaba buscando. Luego, desvió la mirada del libro y clavó sus ojos en los de Vincent.— Hasta donde sé, el Torneo de Hogwarts tiene sus orígenes hace mas o menos setecientos años, pero se dejó de celebrar hace unos trescientos por lo peligroso que era. Supongo que los alumnos morían, o algo por el estilo. Nada que envidiarle al Torneo de los Tres Magos, ¿verdad?

La mirada del prefecto no delataba lo que estaba procesando su mente. A pesar de no haber compartido demasiado con Vincent, se había acostumbrado a escuchar la forma tan particular de expresarse que utilizaba el Slytherin. Parecía una persona mucho mayor de lo que realmente era, y le resultaba hasta un poco gracioso.

— Querrás participar, supongo, o al menos te da un poco de curiosidad. Al menos yo lo intentaré, sería una gran manera de despedirme de Hogwarts. No voy a mentirte, creo que tienen una muy buena razón para revivir el torneo justo en este momento. Confío en que puedas deducirlo tu mismo. —Le guiñó rápidamente un ojo, y luego le dio unos golpecitos al libro que tenía delante suyo.— No se que estarás buscando en Teoría de la Magia, pero en la sección prohibida encontrarás Teoría de la magia avanzada. También es de Adalbert Waffling, estoy seguro que puede serte de bastante ayuda. Eres de sexto año ahora, así que no tendrás problemas para buscarlo.

Vincent Sorum:

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[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] en uno de sus lugares pacíficos; arriba en una de las torres de hogwarts que en su mayoría sólo frecuentaban fantasmas. El sol ya se comenzaba a poner. Esto era perfecto para él.

Mientras Oedon se perchaba en la vieja y polvosa ventana de la torre, en el pequeño nido que se había preparado de sus propias plumas descartadas y otros elementos suaves, como pelusa y algodones, que había encontrado, Vincent abría el estuche de el instrumento en el que confiaba además de su propia varita: Una viola, mantenida y lustrada con el más prolijo cuidado. El jóven tomó esta, además de su vara, entre sus manos. Se la colocó delicadamente al mentón, y comenzó a afinarla.

Vincent era un jóven muy metódico, y este, como muchos de sus comportamientos, era uno de sus rituales. Luego de días especialmente intensos, en los que debía organizar su mente, el Slytherin venía a este lugar, y meditaba los hechos del día mientras tocaba. De esta manera, lograba esquematizar sus memorias, y someterlas a los lugares apropiados de su mente, donde deberían estar; pasándolas a su memoria de largo plazo de manera efectiva y eficiente.

Mientras comenzaba a frotar las cuerdas del instrumento, y las notas comenzaron a decorar la torre, la mente de Vincent naturalmente comenzó a divagar hacia los eventos de esa mañana en la biblioteca…

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Cuando Vincent abrió las puertas de la sección prohibida, sin ningún prefecto reprimiendolo por este acto, el jóven Slytherin no pudo evitar tomar un profundo respiro, y expirar con alivio. Mientras caminaba hacia una de las mesas destinadas al estudio, con grandes velas cubiertas de los grumos de horas y horas de cera derretida sobre sí misma, Vincent agitó su varita, exclamando “Biblios Congrego;” Y prosiguiendo con el postfijo “Material: Teoría de la Magia”.

Con esto, mientras el joven pasaba a través de los pasillos, libro tras libro salía solo de las estanterías, y flotaba detrás del joven en una fila; haciéndolo parecer una serpiente cada vez más larga mientras más libros se agregaban a su cola.

Una vez satisfecho, Vincent se sentó en el escritorio, y la fila de libros flotó a su lado, convirtiéndose en una alta pila de libros que él podría leer.

Mientras el sol de la mañana subía hacia su ápice, y pasaba de este, la biblioteca se vació; y pasado el almuerzo, recibió estudiantes una vez más. En todo este tiempo, Vincent leía libro tras libro. Agradecía poder sentarse aquí y libremente explorar la información dentro de los libros más restringidos… Pero no fue hasta que entró en “Teoría Mágica Avanzada”, por el mísmo Adalbert Waffling, que encontró lo que estaba buscando.

“... La magia se manifiesta de manera hereditaria en los magos. Padres con esta aptitud producirán, en la mayoría de los casos, un infante con aptitud para esta también. Sin embargo, investigaciones han mostrado que dada la existencia de squibs y muggle-borns, podemos inferir que esta se encuentra presente como un rasgo dominante. Utilizando términos muggles, parece ser un gen dominante; ya que incluso la presencia de magia por una sola parte, o por parte de un ancestro, se sobrepone a rasgos no-mágicos…”

Leyendo esto, tenía sentido para Vincent… Pero aun así algo no cuadraba. Si la magia era un rasgo, un gen distinto.. ¿Qué significaba eso para los magos? ¿Que realmente los separaba de los muggles?

“.... La aptitud mágica pareciera ser la única diferencia entre muggles y magos. Rasgos de desempeño físico, longevidad, y susceptibilidad a enfermedades son exactamente iguales; pero diferencias se pueden explicar debido a actos concientes de magia para aumentar o disminuirlos.”

… No parecía haber realmente nada que separaba a los magos de los muggles, además de este  “gen dominante”... Pero entonces, realmente la pregunta era:

¿Qué es la magia?

Por más que Vincent buscara, no era capaz de encontrar una respuesta satisfactoria a esta pregunta. Como si desde un principio, la magia simplemente “Era”, o como si las expresiones de magia fueran, en sí, “la magia”... Pero eso no calzaba con lo que Vincent buscaba. El joven slytherin quería entrar más profundo, él quería saber el orígen de esas expresiones; ¿qué es lo que usaban los magos para hacer hechizos?
Su ceño se frunció mientras pasaba página trás página, acelerándose más y más hasta que, de repente, se detuvo.

“Capítulo IX: La magia y el alma”

Por un momento, Vincent se quedó en blanco. Hojeó el capítulo… Solo dos páginas. Vincent parpadeó dos veces, y comenzó a leer.

“El alma es una de las esencias más fuertes y misteriosas del ser humano. Contrario a la mente, es difícil detectar su actividad dentro del cuerpo de un mago; pero a través de hechizos como detección de vida, o visión de aura, es posible observar su presencia. Todo ser vivo tiene un alma, la cual define su existencia. Si transformas un gato en una taza, su alma seguirá siendo la de un gato; al igual que si transformas a un hombre en un ratón, seguirá siendo un hombre. Sin embargo, alterar el alma significa alterar la existencia completa de un ser.
Es por esto que la magia que modifica el alma se encuentra terminantemente prohibida, y su investigación está duramente penada por los cuerpos gobernantes mágicos en todos los continentes. Debido al peligro que esta significa, es recomendable que los magos no prueben esta magia; la cual se teoriza como el origen de maldiciones como vampirismo, licantropía, y otras manifestaciones demi-humanas.
Cualquier tipo de uso de esta magia se considera un arte oscuro, y advertimos a los magos leyendo este título, su mal uso podría causar la pérdida completa de humanidad. “

… El capítulo terminaba ahí. Nada más que un charco en el libro, pero para Vincent, esto se veía como un mar inexplorado.

”Magia del alma. ¿Por qué eres un arte oscuro? ¿Por qué está prohibido investigarte? Esto no tiene sentido… Es ahí donde debe estar. Ahí debe estar la diferencia entre magos y muggles… Ahí debe estar el origen de la magia.”


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Vincent abrió sus ojos una vez más, gentilmente tocando las últimas notas del movimiento. El joven bajó su instrumento, y miró a su alrededor. Más cuervos y búhos se perchaban a su alrededor, atraídos por el sonido de su instrumento. El joven slytherin no pudo evitar sonreir.

”Vaya Oedon, ¿invitaste a tus amigos al concierto sin siquiera pregunarme? Que verguenza… Bueno, que más dá. Veamos si les gusta otra canción.”

Dicho eso, Vincent levantó su viola y su arco una vez más, y comenzó con el siguiente movimiento de la pieza.