Heroes of Zophia

Cuando apareció el enano, mi mirada curiosa se poso sobre el. Si hubiese sido una amenaza dificilmente hubiese saltado asi como asi para saludarnos a todos nosotros, aunque claramente mi postura no dejaba de estar en guardia ante cualquier movimiento de extraños. Aunque todo cambio y me hizo entender seguramente que no era un enemigo por su mirada y escupida al suelo. — Vaya, parece que Katrielle encontró más ayuda. Dicen que mientras más pequeños, más les gusta mandar, parecía que es cierto lo que decían los del Imperio... Que divertido. — Fue lo único que dije en voz baja, ignorando completamente la hostilidad del tipo. No es ni la primera ni la última vez que alguien me emite una de esas miradas solo por mi descendencia, aunque una cosa era segura: detestaba que me mandasen, ser un simple títere seguidor de órdenes era algo que me molestaba desde lo profundo de mi ser, aun cuando esto es una ocasión especial y seguramente tendré que obedecer y aprender mucho, la actitud del mediano me recordaba mucho a los del Imperio, y eso simplemente me hacía sentir repugnancia.

Todos parecían tener emociones encontradas en esta nueva travesía en verdad, y es de menos. Enfrentarnos a un Imperio poderoso, cazadores de hechiceros y magos que destruyeron antes un lugar tan grande como Zophia no es de tomar a broma. ¿Cuantos de nosotros vamos a morir aqui? Mi muerte esta asegurada, de alguna manera. Una vez termine esto, mi vida simplemente se acabara, finalmente yo...

— El enano ese en verdad está siendo astuto. Esta borrando rastros de nosotros, y está protegiendo a la elfo. El Imperio es muy bueno recavando información, te doy fe de ello. No lo pienses mucho, colega. Solo destroza cosas que aumenten el fuego en esta mansión. — Le dije a Razvan mientras empezaba a destrozar a puñetazos estantes de madera para recolectar mas potencia de fuego y asi finalmente salir de este lugar, el hogar de la elfo que abandonara por seguir esta aventura justicia con un destino incierto y oscuro.

Lazarus miró con una sonrisa relajada como se estrechaban la mano. Realmente se sentía afortunado, como decía Katrielle, de no tener que abandonar a Lyndis, y de que ambos estuvieran vivos ahora mismo. No podía evitar conmoverse con las lágrimas de felicidad de Kat… parece que ella los necesitaría ahora tanto como ellos a ella. Ambos hermanos asintieron con la cabeza ante la bienvenida y la frase motivacional de Kat, Lazarus con una sólida y determinada moción, y su hermanita con un energético y motivado sacudón de cabeza.

Los hermanos escucharon las respuestas de Kat ante el escepticismo que había presentado Lazarus. Definitivamente había una especie de plan, pero Lazarus no podía evitar estar algo intranquilo… Sí, los números eran sus mayores aliados; un solo mago valía por 25 soldados, pero no podía evitar pensar que la inquisición tendría algo entre manos para decimarlos como si fueran pan.. Y este príncipe… Realmente esperaba que fuera el elegido que necesitaban.

Lyndis, por el otro lado..

”¿Entonces solo tenemos que encontrar al príncipe mago y ganamos? ¡Pues que fácil! Lo terminaremos antes de que puedas decir “¡Patatas Graves, las mejores y más deliciosas de todo el mundo!”” Rió. Lazarus no podía evitar suspirar de buena manera ante el optimismo de su hermanita.

Mientras Katrielle se dedicaba a concentrarse en su telepatía, Lazarus le preguntó a su hermana:

”¿Oye Lyn, cuanto escuchaste de lo que estaba hablando con Katrielle?”

Lyndis se tornó hacia su hermano, trayendo sus puños hacia arriba a la altura de su pecho, y agitandolos energéticamente mientras hablaba, como un niño pequeño explicando algo. ”¡Pues que el Imperio es malo y cazaron a los amigos Magos de Katrielle y Lazo-sui, y nosotros somos los buenos que vamos a detenerlos!”

Lazarus asintió con la cabeza ante esto, cruzando los brazos con un sonido afirmativo, y cerrando sus ojos con una pequeña sonrisa. Si bien su explicación de los hechos era algo simple, Lazarus se sentía aliviado de que al menos su hermanita entendía a grandes rasgos la causa por la que se metían a luchar. Pero sentía que se olvidaba de algo…

”¿Ey, Lazo-sui?” Preguntó Lyndis, a lo que lazarus abrió los ojos con un “hm?” ”¿Que es un mago?” dijo, con la misma sonrisa motivada y curiosa en su cara. Oh… Eso es lo que olvidaba Lazarus.

”Un mago… Como empezar... “ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], tornándose hacia Katrielle. Ella era el ejemplo más claro de un mago en el que el podía pensar. ”... Bueno, para empezar, tengo que explicarte un poco sobre la magia.” Lyn escuchaba a Lazarus atentamente, sus ojos fijados hacia arriba en la cara de su hermano. Generalmente, cuando le enseñaba cosas eran aburridas, pero siempre le servían más adelante; así que le prestaba atención. Además.. Se notaba que esta lección era distinta. ”... Todo el mundo que nos rodea está conectado. Los árboles, las rocas, los ríos, las aves.. Las personas... “ Lazarus hablaba a medida que pensaba. Personalmente, al tener tan solo a Gilbert como maestro, y los libros Celical, no comprendía realmente una de las más básicas preguntas: Qué es la magia. Comprendía cómo hacer magia, comprendía por qué funcionaba la magia, comprendía el origen de la magia. En responderle a Lyn, se respondía a si mismo una de las más fundamentales preguntas de la teoría mágica en base a su entendimiento, y a través de esta respuesta, lograría alcanzar niveles más altos de magia en el futuro de los que jamás pensó posibles. ”Hay un cierto tipo de energía que todos emiten. Los magos.. Somos personas que pueden percibir esta energía. Algunas personas la oyen como canción, otros como un sonido, un olor, un color.. una vibración.. una emoción… y tenemos la habilidad de… Tomar esta energía, y con nuestra voluntad, nuestros deseos… Cambiar cosas, mover el mundo a nuestro alrededor. Nuestra habilidad de percibir la energía de las cosas, agarrarla con nuestra voluntad, y cambiar el mundo a nuestro alrededor con su energía y la nuestra.. Eso es la magia, y a través de nuestro maná, el nombre de esa energía, nosotros podemos usarla.”

Lazarus miró a Katrielle luego de terminar, preguntándole con la mirada si tenía algo que agregar a la respuesta. En esta pausa, Lyn tenía un poco fruncido el ceño, procesando lo que había dicho Lazo-sui. Entonces esa sensación de que todos tenían un color, aunque a veces no pudiera verlo, era magia.. Y lo que hablaba se parecía bastante a lo que el tío Gilbert le había hecho hacer el otro dia, durante la sesión de meditación luego de su entrenamiento. Pero en esa ocación, Lyn no había sentido nada especial de las piedras… Solo veía los colores de todo más claramente, y en especial del arcoiris que salía de su propio corazón. ¿Eso quería decir…?

”Entonces.. ¿El tío Gilbert también es mago?” Preguntó Lyn. Lazarus sonrió, se notaba que realmente estaba entendiendo.

”Asi es. El tío Gilbert es un mago, como lo fue el abuelo también.. Y papá también es mago.” Esto último sorprendió a Lyn, Lazo-sui casi nunca hablaba de su padre, y esta revelación realmente cambiaba la percepción que tenía de su pequeño mundo. ”El tío Gilbert trató de enseñarte la magia asociada a la Espira, de la misma manera que lo hizo conmigo. Pero tu magia no es parecida a la de los Graves.. Tu magia viene de nuestro padre. Y según tengo entendido..” Miró una vez más a Katrielle.  ”Es algo nunca antes visto. Pero te enseñaré a usarla en la mejor manera que pueda, Lyn.”

Lyndis sopesó esto un minuto. ¿Ella tenía una magia única..? Debió haber sido eso lo que pasó en el mercado.. No recordaba que sus gritos fueran así de explosivos, después de todo. Si Lazo-sui le enseñaba, ella daría lo mejor de si por aprender magia. Pero todavía había una pregunta en su mente.

”Y Lazo-sui, ¿para que se usa la magia?”

Lazarus sonrió, poniendole una vez más la mano en la cabeza a Lyndis.

”Esa es fácil. Para proteger lo que amamos, cabeza de patata.” Rió por lo bajo, con Lyndis pretendiendo enojarse, para luego reír con el, asintiendo. Lazo-sui siempre la había protegido a ella y a mamá, después de todo.. Los magos debían ser gente buena como el.

Raz no pudo evitar no sentirse un poco intimidado por la respuesta del príncipe Loyset. No era la respuesta en sí, tan solo el hecho de que le contestase sin que él lo espere lo desequilibró un poco.  

Raz:- B-bueno, supongo que tienen razón...

Insatisfecho con las respuestas que le dieron, siguió rompiendo muebles. La actitud demasiado eufórica de su nuevo compañero lo incomodaba un poco al galileo, la opción mas lógica seria decirle que tome la tarea con mas calma pero quién sabe como reaccionaría el loco eso. Raz se limitó a alejarse de él y a través de señales, indicarle a Zuri que haga lo mismo, por si en uno de sus ataques de efervescencia la termina lastimando
A la vez que le presta atención a las palabras de la Venberos, el mediano baja las bolsas de a poco con la telequinesis para que cada uno de los novatos vaya agarrando una por una para hacerlo todo mas sencillo. Esperaba una respuesta mas frontal y "lagrimosa" por parte de la elfa, dentro de todo se lo tomo bastante bien y por solo hecho de no ser golpeado por ella Edulbo lo toma como una absoluta victoria. Ya con los nombres de los nde los padres de Seph en mente, el mediano se quita el sombrero, sombrero que permanecía oculto en medio de su disfraz, para acceder a su hechizo de misiva. Pero antes de poder comunicarse con Halamar Venberos, su mente intercepta la señal de Kat, esta lista para la asamblea. En vez de a Halamar, primer le envía una misiva a ella: " Katrielle Elmyra Vawynn, vete al corazón de Ferroburgo y espéranos en el orfanato abandonado. De ahí iremos juntos a la asamblea. PD: no voy a dejar que entre el soldado y el Loyset". Ferroburgo es el barrio mas oriental de toda Nueva Zophia, un arrabal periférico marcado por tres grandes problemas: altísimos nivel de pobreza, un crimen organizado que aterroriza a sus famélicos habitantes y zonas inundadas por los desechos del complejo sistema de cloacas de la capital que, en vez de desembocar en los afluentes de un rio ubicado a las afueras de la ciudad, por negligencia yerita toda la porquería se desvía a Ferroburgo. No obstante, El Circulo se aprovecho de ese problema para tener absoluto control de las alcantarillas de Ferroburgo y de los barrios adyacentes
Seguido a eso mando la prometida misiva al padre de Saph: "Señor Halamar Rubyn Venberos, no vuelvan a Zophia. El Imperio va tras ustedes ya que su hija ha demostrado tener dotes arcanos. Ella esta a salvo, no así su mansión y cualquier patrimonio que conserven en este maldito reino. Adiós". Ya que había abierto la "mensajería" también advirtió a través de misiva a su amiga Soonya que llevaba consigo al infame heredero fugitivo de los Loyset y a un desertor de la guardia para así ella pueda tomar todas las precauciones necesarias y se lo informe al resto de El Circulo, a la vez le informaba que ya partían hacia la sede central.    
Finalizada la tarea, bajó hacia al salón para ver si habían terminado los reclutas. Se sintió satisfecho con el trabajo que hicieron con las piras, a hora le tocaba su turno. Con la pata de una mena, un trozo de cortina y un poco de aceite que rescató de la cocina Edulbo armó una antorcha improvisada que lo enciende con su  yesca y pedernal. Se pasó por toda la mansión encendiendo las hogueras una por una. Debido a que las llamas no se extienden lo suficientemente rápido, el mediano tuvo que hacer gala de su telequinesis para agarrar fragmentos de fuego y las arrojo hacia la planta alta para que se extienda el incendio en cada esquina del ex hogar de los Venberos. El mentado incendio no destruiría la mansión por completo debido a la lluvia pero con suerte las llamas devoraran lo suficiente como para solo dejar una mera carcasa de lo que alguna vez fue. Cuando el fuego se tornó incontrolable, con un grito indicó que ya mismo salgan por su obvia peligrosidad, no sin antes avisarles que se lleven el botín saqueado a los Venberos. Estando todos afuera y dandole la espalda a la mansion que se empezaba a caer a pedazos entre fuego y humo, el mediano volvió a inspeccionar a cada uno de los reclutas en medo de la lluvia, suspirando. Si ya era peligroso ir a Ferroburgo solo, siendo un grupo tan grande, si la suerte no los acompaña, se podía convertir en una tarea muy difícil. Se acomoda el sombrero, una vez mas oculto bajo su disfraz, y empieza caminar a paso acelerado con una de las bolsas con armas en su mano, dirigiendose hacia Ferroburgo y aguardando de que los siete novatos lo sigan.   

A medida que Lazarus explicaba lo que era la magia, Katrielle asentía. Quizá su forma de explicar era un poco más básica de la que Kat podía dar, pero Lazarus no estaba errado. "Los magos son buenas personas". La mente de Lyndis estaba tan abierta a su influencia que Katrielle no pudo evitar el percibir ese pensamiento. Cerro los ojos unos segundos, sin saber verdaderamente como responder.

— A mi también me gustaría pensar lo mismo. — Susurró, sin preocuparse por si Lyndis y Lazarus la habían oído. — La esencia de Lyndis es tan pura que no tengo impedimentos para entrar en ella. — Explicó, esta vez en voz alta. — Quizás pueda ayudarla a explorar su magia. Solo si estas de acuerdo, claro.

Al terminar de hablar, Katrielle recibió el mensaje de Edulbo. Ferroburgo estaba lejos, más de lo que le hubiese gustado. Aún se encontraban en el distrito comercial, e incluso Edulbo y los demás estaban más lejos. Suspiró, no tendrían más remedio que enfrentar al Circulo sola hasta que el mediano y los demás los alcanzaran. Ante la negativa de su amigo sobre Azghal y Galeran no supo que pensar, quizá era la mejor opción.

— El Círculo espera. Debemos ir a Ferroburgo inmediatamente. Créanme, no es un lugar agradable.

Con una seña indicando que la siguieran, comenzaron su camino a Ferroburgo.

Me quede un poco impresionado con el ímpetu del joven que parecía arrasar con todo lo que estuviese en su paso solo para crear fuego. Lo mire con curiosidad, "este tipo podría ser un buen gladiador, me pregunto que tan buena pelea podría aportarme..." Pensé en mi mente, intrigado en el tema pues tantos años de vivir de pelear que ese tipo de pensamientos se me habían pegado, aunque siempre había tenido esa chispa desde pequeño.

Luego de quemar la casa, simplemente caminaba con mi capucha cubriendo mi rostro de manera tranquila, como si todo esto en verdad no me pusiese nervioso en lo más mínimo incluso demostrando una sonrisa leve. Al caminar y escuchar la voz del soldado Galeran, enarque una ceja. En verdad que podría tener razón, seguramente a los del Circulo, una entidad tan buscada, enigmática y problemática para el Imperio en verdad existe, pensé que solo eran rumores y chismes de mi padre y sus generales, no pensaba que iba a conocer a los mayores enemigos de mi familia, se me hace tan divertido. — Ir a buscar a los soldados y entregarles la ubicacion del Circulo en verdad fuese muy tentador para ti, sabes. Te ascenderían rápidamente por finalmente descubrir a los mayores enemigos del Imperio, una hazaña muy complicada. Serias un héroe para los yerianos. — Dije, analizando un poco la situación, seguramente el enano ese se pondrá a la defensiva al escuchar eso, así que proseguí antes de ser interrumpido. — En todo caso, seguramente no lo harás porque no eres así, caballerito. Yo me quedare contigo, los soldados te estarán buscando asi como los de la Guardia Real que ya se estaran moviendo, esos tipos tienen un sexto sentido para los problemas. — Recordé a los de la guardia real, uno de los grupos militares mas elites y poderosos del Imperio, se podría decir que son los ejecutores del Rey, sus asesinos y guerreros personales, sus perros de caza. — Me encantaría conocer ese lugar pero desgraciadamente mi apellido me convierte allí en un enemigo publico y valoro mi vida lo suficiente como para no ir directamente hacia la muerte, más de alguno de ellos querrá aprovechar matarme al ser parte de la familia que los ha cazado durante tantos siglos de manera implacable, ¿No lo cree usted, señor? Además, no es como que me hubiese permitido entrar de todas formas. — Hablaba entre medio de todos, un par de metros atrás de Edulbo tranquilamente analizando toda la situación.

Lazarus y Lyn miraron inquisitivamente a Katrielle cuando mencionó esto. Lazarus creyó que su magia tenía que ver con la mente.. Pero por lo que decía, y su habilidad para vislumbrar la magia de Lyn antes tenía algo que decirle, probablemente su magia tenía menos que ver con la mente y más que ver con la esencia. Al menos esa era su nueva teoría. Lazarus miró a Lyn, pensando que podría ser una buena manera de expeditar el proceso.. ¿Pero que observara su esencia? Lazarus no pudo evitar pensar en la desagradable sensación de que le leyeran la mente. Mejor sería que ella tomara la decisión.

”No lo se.. ¿Que piensas tu Lyn?”

Lyn también lo había estado pensando, por una parte le gustaría a ella misma descubrir su magia.. Pero por el otro, ¡no podía esperar a poder usarla! Además, si sabía que tipo de magia tenía, entonces estaría por buen camino! Y podría ser una maga fuerte como Lazo-sui y Katrielle en cuestión de nada!

”¡No veo por qué no!” Dijo, asintiendo con la cabeza energéticamente. ”Despues de todo, ¡difícilmente puedo ser una maga sin magia! ¿verdad? Además… Así no tendrás que estar siempre tan preocupado de mí, Lazo-sui.” Le sonrió, devolviéndole la mirada a Katrielle. ”¿Lo haremos ahora o después de ver a los magos, Púrpura-sió?”

Lyn estaba muy satisfecha con su apodo elegido, despues de todo, Katrielle no le iba tan bién como Púrpura, y como parecía mayor y más madura que ella, ¡era una Sio! ambos la seguían de cerca. Lazarus caminaba con las manos en los bolsillos, y Lyn con sus brazos columpiandose de lado a lado. Si la chica no supiera artes marciales, Lazarus estaría realmente preocupado de ella. Pero.. ¿Por qué le sonaba tan familiar Ferroburgo? No podía recordar por qué, pero sabía que había escuchado ese nombre antes. Bueno, probablemente lo recordaría en el camino.

OFF: -Sui y -Sio son sufijos que se usan en el campo (aka. el otro rol que tengo diseñado de donde vienen Lazo y Lyn) para referirse a hermano y hermana mayor respectivamente. Hay una cultura importante de respeto a los mayores, pero los sufijos para padres o abuelos fueron desapareciendo. Los nobles no lo utilizan, es un término demasiado rural.

Era obligatorio para llegar a Ferroburgo volver a pisar el distrito mercantil. Las calles se notaban mas tranquilas, con una reducida presencia de guardias y la muchedumbre dispersa. No era necesario cambiar el aspecto del elfo para que no lo reconocieran, pero no descartaba esa opción para mas adelante.
Las palabras de Galeran y la posterior intervención del príncipe lo molesto mucho a Edulbo. Los escucho con una falsa cara de interés, tenían algo de razón en lo que decían pero ¿Con que derecho se ponen a decir que cosas tiene que hacer? ¿Por qué creen que están en una situación de par a par como para darles consejos? Frenó en seco y miro a Galeran, dedicándole su peor mirada de desprecio. Observó de reojo a Azghal y luego giro hacia atrás, dirigiéndose al resto.

Edulbo:- ¿Alguien me puede decir, por favor, en que momento de mi charla les dije que tenían el permiso de hablarme, de contarme sus idioteces? Les avisare cuando necesite sus opiniones, muchas gracias...

Se acercó al desertor y con una agilidad propia de su raza, que no era la que mostraba su disfraz, pego un saltó y se colocó cara a cara a Galeran, haciendo pie sobre los muslos del muchacho y agarrándose de la armadura. El muchacho sentía como sus anteojos se clavaban en su cabeza y también como la parte inferior de su armadura mordía su carne. Era obra de Edulbo, no tenía duda.  

Edulbo:- Aún así, si quisiera la opinión de alguien como tú, le hablaría con un perro callejero de acá que seguro tiene mas decencia.

El mediano suelta al desertor y baja sin problema alguno. La lente derecha de su anteojo se resquebrajo levemente y el ex soldado sentía un sabor cobrizo en la boca, esta noche tendría una parálisis de sueño por culpa de la magia de Edulbo. Sin que él mismo se diera cuenta, su armadura cobró un aspecto antinatural, parecía los ropajes llamativos que usaría el bufon de un espectaculo pero no dejaba de sentirse como una armadura funcional, esto tambien era obra del enfurecido mago. Luego, Edulbo continuo caminando como si no hubiese pasado nada, no sin antes dedicarle otra mirada a Azghal. Sabia que no podía hacerle mismo al príncipe fugitivo. Las historias de su extraordinaria habilidad de combate trascendieron por toda Zophia, nunca se le olvidaría cuando escucho que una vez derrotó a cuatros soldados a la vez estando desarmado. Quizás él tIene de su lado a la magia que le da una absoluta ventaja sobre él, pero confiarse contra alguien que tiene un historial tremendo sería pecar de confiado
Razvan, como todo buen caballero, intentaba cubrir a su amiga Zuri de la lluvia con su propio cuerpo, asi no se enfermaba ella. El galileo se sentía distinto en medio de la lluvia; no le molestaba, a lo contrario, se sentía por primera vez en sintoniza con ella...o realmente siempre se sintió así y, por lo contado por Kat, recién se dio cuenta. No lo sabremos
Se sintió realmente tenso con el regaño del enano hacia Galeran. No sentía especial aprecio por el soldado, pero no había hecho nada como para recibir ese horrible trato. Sin embargo, tampoco iba a protestar contra eso por miedo que lo reprendan a él. Cuando el elfo de actitud errática, que se le notaba mas tranquilo, se presentó ante ellos, Raz en un principio intento ignorarlo, hacer como que no lo escuchó, pero al fin al cabo, sea por culpa u otra cosa, no pudo y decidió presentarse estrechando también su mano.

Razvan:- Soy Razvan Leerans, un gusto conocerte. ¿Asi que eres uno de los nuestros eh?

Al estar en plena calle, el muchacho prefería uno usar la palabra "mago" para no despertar sospechas

En todas las veces que Lazarus y Lyndis habían venido a la ciudad, no se habían percatado de lo grande que realmente podía llegar a ser. Generalmente entraban por el lado sur de Nueva Zophia, pasando por el palacio para entregar su tributo impositivo a la corona, y luego iban al distrito comercial para hacer sus ventas usuales. Así que disfrutaron este paseo escénico por la parte sur de Nueva Zophia.

Al ver las plantaciones del lodazal, Lazarus se preguntó qué tipo de producto producían aquí, siendo que los valles de Zophia eran bastante mejores para la agricultura que un distrito de la ciudad.. Lyndis, viendo el tamaño de los planos, se enorgulleció con los puños en las caderas de que la Granja de Patatas Graves fuera tanto más grande que cualquiera de estos huertos citadinos. Pronto, sin embargo, el paisaje cambió para mal.

Ah… Así que por eso me sonaba familiar Ferroburgo. La cuna de ladrones. Lazarus pensó para si mismo. Sus ojos se entrecerraron levemente más de lo que usualmente se mantenían, mientras observaba con desconfianza a las personas que los observaban. La pobreza en la ciudad era muy, muy distinta de la pobreza rural. En el campo, podía haber gente pobre, pero no vivían como ratas en un nido de plagas.

A medida que el rumor de la ciudad se desvanecía y se acercaban a las calles silenciosas de Ferroburgo, Lyndis no pudo evitar comenzar a sentirse algo intimidada por su alrededor. Mientras más se acercaban al distrito ghetto, y peor se hacía el hedor de las calles, no pudo evitar instintivamente acercarse a Lazo-sui, aferrándose de su manga con sus dedos. Lazarus no la apartó, de hecho, solo la trajo más cerca de si. Si necesitaban armas, Lazarus podría generarlas… Pero realmente esperaba no necesitarlas.

“Bienvenidos a Ferroburgo. Espero que disfruten el paseo” Katrielle bromeó.

”Oh sí.. Hermoso.” Lazarus respondió, con su estilo de sarcasmo seco.

Lyn no estaba hablando mucho, pero se notaba que incluso ella, que generalmente era optimista y energética, se encontraba algo cohibida por este lugar. Ferroburgo era definitivamente uno de los lugares en que se podía ver lo peor de la condición humana.. Y tal vez ingenuamente, Lazarus esperaba que Lyn no tuviera que ver mucho más como esto. Una vez que llegaron al lugar designado, Lazarus no pudo evitar sentir algo similar a lo que sentía cada vez que entraba a la antigua mansión Celical. Probablemente se usaba el mismo tipo de sello aquí. Aunque el de Julius era bastante más resistente que este.

Una sonrisa tranquila era lo unico que expresaba mi rostro cada ves que al enano ese le molestaba alguna palabra de mi. A mi no me molestaba tanto en el fondo su actitud, he tolerado a tipos que han sabido de mi existencia y me han tratado mucho peor que el, aunque claro, a la larga no han terminado bien de tanto insistir en hacerme algo. Lo que hizo claramente no fue de mi agrado aun asi, mi rostro se torno serio por un segundo con una muestra de desprecio ante las acciones del enano. — Por lo visto no eres muy diferente a los yeritas, eh. — Susurre para mi con desprecio cuando este me vio el rostro. Aunque el tiene derecho, claro, su "grupito" fue cazado por el mio todos estos siglos, aunque tiene algo en común y es esa actitud repugnante. Algo que miraba seguido en el Palacio con los esclavos y los capturados.

Por suerte no se acerco a mi, estoy seguro de que tuvo la intención, los enanos son buenos peleadores, más de alguno me tumbo al suelo varias veces, pero una ves les das en su centro de gravedad no son nada. Claro, no se me hace buena idea pelear con un mago, podría pelear, pero las consecuencias quien sabe que tan graves pudiesen ser. Camine ignorando todo eso nuevamente regresando a mi actitud tranquila y relajada, como si nada de esto hubiese pasado.

Seguía caminando manteniendo cierta distancia leve con el mediano. Me pregunto porque tanto odio hacia el Imperio, no creo que sea porque asesinaron a los demás magos. Seguramente el habrá perdido un familiar, un hermano, a sus padres... Seria interesante poder averiguarlo...

El Bastión del piadoso, lugar plagado de abadías e iglesias, era el centro religioso de todo el reino, hogar de las principales figuras eclesiásticas que manejan los devenires de la fe y la lucha contra la herejía. El solo hecho de estar pisando esas calles mientras usaba magia lo ponía a Edulbo mucho mas nervioso que lo habitual. Si a eso le sumamos el problema de que estaban llegando tarde, el mediano caminaba lo mas rápido que le permitían sus cortas piernas, esquivando lo máximo posible a los guardias y sacerdotes.
El Lodazal no dejaba de ser la gigantesca reserva señoral del rey disfrazado de distrito rural, era la única razón por la que coexistía con otro distritos urbanos, un despropósito propio de una monarquía poca iluminada. No lo llamaban "el Lodazal" porque era un nombre bonito; el circular por ahí con la lluvia reinante era casi una tarea de riesgo. Entre evitar ahogarse en ese mar de barro y prestar atención de no pisar un cultivo, tardaron el doble en pasar hacia Ferroburgo.
La nefasta Ferroburgo, asquerosa y marginal como ella sola, era uno de los distritos favoritos de Edulbo, su tercer hogar, se podría decir. Conjuró una ilusoria flor de jazmin en la solapa de la ropa de cada uno de los reclutas a la vez qu desvanecía el humillante disfraz del desertor. El jazmín taparía el nauseabundo olor típico de las calles de Ferroburgo pero que la nariz del mediano ya estaba acostumbrada. La escopaestesia le indicaba la cantidad de ojos curiosos que los miraban a ellos desde sus precarias casas, como también le mostraba que aquellos reclutas que escoltaba estaban pensando en él y no de una linda manera. De un silbido atrajo al mundo real a su pájaro para que se adelante y actué de explorador, no hay que olvidar de que dos tercios de ellos llevaban entre sus manos un jugoso botín que las bandas indeseadas de rufianes desearían hacerse con él.
Estando a pocos metros del orfanato olvidado, Edulbo sentía otra vez el aroma del guiso de su madre, en cambio Razvan olía las brisas marinas de la costa de Galilea; era el lugar indicado. Antes de ir hacia la puerta, envió una tercera misiva a su contacto dentro de El Circulo, indicando que ya estaban ahí y dio una vaga descripción de los dos sujetos que tienen que estar afuera de la asamblea, es decir, Galeran y Azghal. Con la mirada del pájaro buscó a Kat y vio que estaba acompañado por otros dos personas más: un hombre de aspecto vagabundo, para los ojos del mediano, y otra chica rubia que parecía casi un calco de él. Sin mas rodeos, se presentó ante ellos con una mera reverencia y vio a Kat, con una pequeña sonrisa que denotaba un cansancio mas mental que físico.

Edulbo:- Mas sangre nueva. Perfecto. Un par mas y te van a nombra reclutadora oficial de El Circulo - reía sardonicamente- ¿Entramos? Ya nos deben esta esperando y estos regalitos para el alto mando - indicando las bolsas con armas y dinero- gritan por ser entegados.

El ver al grupo llegar sano y salvo hasta el punto de encuentro le dibujó una sonrisa en la cara a la muchacha. Cuando quiso contestar la broma de Edulbo, los pensamientos inquietos de los jóvenes magos penetraron como balas en su cabeza. Kat tardó pocos segundos en comprender que había sucedido entre Galeran y su amigo, y su semblante cambió completamente. Miró a Edulbo, mientras se ponía roja, entre el enojo y la vergüenza. Sabía que el mediano podía ser temperamental, pero nunca a tal extremo.

— Creí que podía confiarte la seguridad de mi grupo a ti, pero la primera vez que te dejo solo con ellos reaccionas como un loco purista.

La voz dulce de Katrielle parecía ahora la de una madre de guerra. Si no la hubiesen conocido antes, ninguno de los magos hubiese pensado que la chica que los había unido y la que ahora tenían enfrente eran la misma persona. La muchacha se contuvo de estamparle un cachetazo en la mejilla y solo lo miró a los ojos, con enojo y decepción. Habló bajo, intentando no llamar la atención de los lugareños.

— Sabes que no harán nada por miedo, no seas un cobarde. No eres superior a nadie, Galeran, tu y yo, valemos lo mismo. No seas lo que queremos destruir.

Pasó por al lado de Edulbo, sin volver a mirarlo, y se acercó a Galeran. Bajó la cabeza, y luego fijó su mirada en la del soldado.

— Lamento lo que sucedió. Intentaremos buscarte unos nuevos lentes cuando podamos. — Antes de girarse, le dedicó una leve y culpable sonrisa. — Me disculpo, con todos. No se volverá a repetir. Esta no es la cara que queremos mostrar, no quiero que sea así. No pretendo que seamos una familia, pero al menos seamos un equipo.

Caminó hasta la puerta del orfanato y se volteó para verle las caras. Señaló a Lazarus y Lyndis, para presentarlos.

— Ellos son los hermanos Graves y se unirán a nosotros. Ya tendrán tiempo para presentarse. Ahora, adentro.

No esperó que la siguieran y traspasó el halo que cubría la puerta. Como sospechaba, las afueras del orfanato solo eran una fachada que ocultaba el escondite de El Círculo. Parecía una taberna, o mejor dicho, lo era. Había una barra de madera, donde varios magos se encontraban bebiendo y charlando animadamente, y varias mesas con sillas que podían ocupar. Aunque Katrielle nunca había estado ahí, sabía que no era la única habitación. Esperó que entrara hasta el último de sus compañeros. Una vez que se cercioró de ello, miró a su alrededor. Cada mago presente en la taberna los observaba con curiosidad, especialmente a Azhgal, Galeran y Kat. Al parecer, no era noticia que el hijo del emperador, un desertor de la guardia real y la chica Vawynn iban a llegar. Una chica de tez negra y pelo rizado se acercó a recibirlos.

— Bienvenidos al Circulo, mi nombre es Soonya Lorien. — Se presentó, con una sonrisa. Katrielle la reconoció, alguna vez la había visto con Edulbo. —  Los siete los están esperando.

7 magos, esto es lo que contaba Lyndis mientras se aproximaba el pelirrojo enano con un grupo de jóvenes tras de el. Los brazos de Lyn se levantaron emocionados, sus ojos brillaban de emoción y determinación… ¡No podía creer que los magos de Púrpura-sio fueran tan jóvenes como ella! Tendría que trabajar duro para ser tan buena maga como ellos, ¡O mejor incluso!

Lazarus, por su parte, tenía un pensamiento parecido pero opuesto:

Oh Dios todos tienen la edad de mi hermanita… sus pensamientos lo traicionaron, mientras miraba de reojo a Lyndis y a Katrielle junto a ella. ... Bueno, no me hice buen granjero juzgando por apariencias. Después de todo, Kat es una maga formal. Tal vez ellos también, ¿no?

Una vez que se acercaron, el enano hizo un comentario colorido sobre su presencia y la de Lyndis ahí, y Lazarus y Lyndis se proponían a presentarse; cuando Kat los interrumpió en una desatadura de rabia contra el enano. Lyn iba a tratar de aproximarse para difusar la situación, pero Lazarus puso su brazo frente a ella y le señaló con la mano que esperara. Pronto, Katrielle dijo, de manera bastante sabia, que el miedo no llevaría a la victoria… Su mensaje resonaría en la cabeza de Lazarus por bastante tiempo. “No eres superior a nadie, no nos convirtamos en aquello que deseamos destruir”. Tal vez ella no lo quiso decir de esa manera, pero para Lazarus el mensaje realmente hacía que Katrielle pareciera la comandante no de un batallón, sino de un equipo. Para Lyndis, Púrpura-sio se vió genial ahí… Definitivamente quería aprender magia de ella y Lazo-sui.

Lazarus asumió que el chico con el que Kat se disculpaba era Galeran.. El pobre tenía los lentes rotos. Tenía uniforme de soldado, pero no era más que un chico. Lazarus no se podía imaginar el tipo de confusión que podría estar experimentando ahora.. Y para más, probablemente el enano se había metido con el… Eran bastante violentos cuando no tenían las cosas a su manera, en especial en los negocios. Lazarus notó mentalmente que el enano podría ser un punto de conflicto.

Cuando Kat los presentó, apresurandose hacia adentro del edificio, Lyndis levantó su mano en un entusiasmado saludo a sus nuevos compañeros.

”¡Soy Lyndis, mucho gusto!”  dijo efusivamente, comenzando a ir tras Púrpura-sio.

”Lazarus, encantado” Su hermano siguió, sacando una mano del bolsillo para un pequeño saludo general, con una leve sonrisa tranquila. Realmente esperaba poder volverse un equipo con estos 7 individuos.

Mientras entraban a la taverna, Lazarus se encontraba sorprendido. Esperaba algún tipo de hangar estratégico, con planos de la ciuidad, armas, ese tipo de cosas… Lyndis estaba igual de sorprendida, esperaba alguna especie de palacio misterioso y secreto con tipos vestidos chistoso! Pero lo que ambos encontraron fue una taberna cualquiera. Miraron a su alrededor, los magos les daban miradas furtivas… Era de esperarse para Lazarus, después de todo, eran un grupo de 10 novatos en esta organización... pero Lyn se sentía algo incomoda. No estaba acostumbrada a tantas personas mirándola. Lazarus notó esto, y dándose cuenta de que el elfo del mercado estaba ahí, le pasó un par de papas de su bolsillo a Lyn, diciéndole:

“Ey, Lyn.. Por qué no le compensas a nuestro cliente por su compra arruinada, hm?”

Esto fué suficiente para que los ojos verdes de Lyn brillaran con determinación. Asintió energéticamente y se acercó al elfo del grupo. Lazarus sonrió hacia su hermana, suspirando de alivio por lo efusiva que era.. Y porque no estuviera tomando esta nueva situación mal. Luego se tornó hacia Galeran, tocándole el hombro. Se sentía mal por el, así que quería hacer algo para ayudarlo. Con una sonrisa amigable, lo miró y se presentó.

”Ey, Galeran.. ¿no? ¿Crees que podrías prestarme tus lentes? Creo que puedo al menos ayudarte con ellos un poco.”

Mientras su hermano hablaba con el soldado rubio, Lyn se aproximó al elfo, tocándole el brazo con la misma sonrisa que le dió al tratar de venderle patatas, y con el mismo tono de vendedora le dijo:

”Estimado Cliente, disculpa por los inconvenientes en tu compra! Para que sepas que de Patatas y Tubérculos Graves nos importas, te tenemos un pequeño regalo~”

Cuando Lyn terminó su pequeño y ensayado discurso, le presentó tres patatas con hermosa corteza dorada. Papas Doblón, un producto bastante premium, que pocos granjeros de papas podían producir. Por supuesto, afectar las condiciones de la tierra para producirlas era fácil para Lazarus y su tío, pero el producto de especialidad Graves era uno distinto.

Fue en ese momento que se aproximó Soonya. ¿Los siete, eh? una luz se prendió en los ojos de ambos hermanos Graves… Parece que ambos estaban emocionados por ver lo que creían ser magos de orden elite. Lazarus especialmente quería ver cómo se comparaban esas personas con Gilbert y Julius.

OFF: Las Papas Doblón son conocidas alrededor de los reinos por su escasa oferta y su increíble contextura; sin importar su preparación, serían crujentes por fuera y suaves pero bien corpulentas por dentro. Eran un favorito en los acompañamientos de muchos nobles, y Lazarus y Lyndis muchas veces intercambiaban estas y las papas especiales Graves como trueque por favores.

Edulbo algunas veces se olvidaba de los poderes telepatas de su amiga, que delató su reprimenda contra el soldado. Se mostró apático ante las palabras de Kat, él no tenía que rendirle cuentas a nadie, ni siquiera a ella.No obstante, la escopaestesia lo aturdía por los pensamientos que estaba teniendo ella sobre él.

Edulbo:- Katrielle, no es el momento ni el lugar como para tener esta conversación. Yo sé muy bien lo que hice y tengo mis fundamentos. No necesito a alguien que juega a la maestra venga a recalcarme cosas que ya sé

El mediano al instante se percató de la brusquedad de las palabras y no era ella con quien se la tenía que agarrar, pero tampoco era momento de pedir disculpa, lo dicho y hecho, dicho y hecho esta. Fue el último en entrar a la base y casi instintivamente fue a la barra a pedirse algo para aclararse la mente. Antes de que le den su trago, apareció la elfa Venberos con unas palabras que le subieron un poco los animos y las recibió esbozando su mejor sonrisa de enano feliz. Luego de irse la chica,  desvaneció su disfraz, mostrando su forma original: la de un mediano peloscuro que con suerte llegaba al metro y diez. Ocultó su rostro con su característica pasamontañas de sombras, otra invención de su magia ilusoria. Con la llegada de Soonya, Edulbo se levanto de la barra y fue directo a recibirla, mostrando primero que nada el botín rescatado de la mansión Venberos y luego hizo una reverencia como saludo.

Edulbo:-  Buenos días, Soonya. Cuánto tiempo sin vernos. Entremos ya mismo así terminamos la asamblea lo mas antes posible. Ya que estas aqui ¿Nos ayudarías a llevar nuestros obsequios a los siete? - señalando los sacos de tela- Tambien esta el tema que te hable mientras venía para acá - Movía las cejas, indicando obviamente su preocupación sobre Galeran y Azghal-

Mientras tanto, Razvan miraba con suma atención cada rincon de la base de los magos. ¿En serio es una taberna? Se lo imaginaba algo mas...militar, mas fantasioso, con gente de aspecto aguerrido y misterioso;  quizás, como todo en el mundo, las apariencias engañan. Permanecía todo el tiempo al lado de Zuri, la única a la que confiaba 100%. Si, es verdad que Kat le salvó la vida y lo hizo despertar de ese mundo de mentiras, pero recien la conocía hace cinco horas atras.
Ya que su amiga se presento tambien a los dos nuevos magos, decidió también hacer lo mismo. 

Razvan:- Soy Razvan Leenards, un gusto conocerlos. ¿Así que Kat también los salvó a ustedes?

Las palabras del mediano habían calado hondo dentro de Katrielle. ¿Jugar a la maestra? Si la pelirroja ya se sentía desmotivada, las palabras de su amigo terminaron por bajarle la moral. ¿Quién era ella para guiar a alguien si no sabía ni como guiar su vida? Quizás Edulbo tenía razón, tal vez estaba aspirando más alto de lo que el daba el pecho. Incluso su imagen frente a sus nuevos compañeros ya estaba manchada. Sacudió la cabeza, intentando despegar en vano de su mente esa idea que la acompañaría por el resto de la tarde. Prefirió con contestar, no podía dejar que sus impulsos la hicieran quedar peor frente a los demás.

— Bien, enconces. — Dijo Soonya, con una sonrisa en el rostro. — El joven Jacquinot y el muchacho Loyset esperarán aquí en la taberna. — La morena los miró, sin desarmar su sonrisa. Seguramente era una de las pocas personas que estaba de acuerdo con Katrielle sobre su inclusión al grupo. Había sido tratada como escoria durante toda su vida, no haría lo mismo con los dos muchachos. — Me quedaré con ustedes, me temo que el ambiente pueda tornarse un poco hostil. Josua, por favor, lleva a los muchachos a la sala de reuniones.

Un hombre con cara de poco amigos y llena de cicatrices se acercó al grupo. Sin hacer más que un gesto, indicó que lo siguieran. El rústico mago los guió entre las mesas y los condujo por una puerta que daba a un largo túnel lúgubremente iluminado por unas pocas antorchas en la pared. El camino era estrecho, a tal punto que el hombre debía bajar la cabeza y juntar los hombros. Cuando por fin terminaron de cruzar el pasillo, se encontraron con un lugar totalmente diferente a la taberna. Parecían estar en el mismísimo palacio real. A diferencia del túnel, la sala estaba muy bien iluminada. Las paredes eran de mármol y estaban decoradas con detalles en oro, al igual que el resto de la infraestructura. Ni siquiera Edulbo había pisado ese lugar alguna vez. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ellos se encontraban en la parte más baja, mientras que a su alrededor había cinco filas  de asientos de madera que escalaban la sala, repletas de magos de todas las razas y apariencias que murmuraban a la vez que los analizaban de pies a cabeza. Justo frente a ellos, una gran estructura también de madera que sobresalía por sobre los demás lugares, con espacio suficiente para que las siete personas que los observan desde la altura pudiesen hacerlo con facilidad. Era, literalmente, una sala de juicios o audiencias. El hombre que se encontraba en el medio levantó la mano y el bullicio se ahogó en silencio. A pesar de estar sentado, se podía notar que era un hombre alto. Su tupida barba, que cubría gran parte de su rostro, respondía a su larga cabellera castaña. Sus ojos color cielo no permitían el pasar desapercibido su severo rostro. A su lado había una mujer joven, pues no parecía tener más de veinte años. A diferencia del hombre, su rostro estaba acompañado por una mirada curiosa y una leve sonrisa. Dejando de lado que ella no portaba barba, era la versión joven y femenina del hombre. "Su hija", pensó instantaneamente Katrielle. El resto del septeto estaba formado por una mujer y cuatro hombres, todos de aspecto serio e imponente. Si bien el grupo entendía que Katrielle era una hechicera competente, sabían, solo por su fachada, que esas siete personas eran mucho más fuertes que la joven Vawynn.

— Siempre es un placer el recibir nuevas caras en El Círculo. — Su cara no lo demostraba. La voz del hombre era profunda, penetrante, tal así que sentían como su voz se metía dentro de su cabeza y retumbaba por unos segundos. — Solicitar una asamblea es privilegio de pocos, Vawynn, si no fuera por el hecho de que fue una petición del joven Larrabeña, no me hubiese molestado en darte el lugar. Quien sabe si nos terminas matando a todos como hicieron tus antepasados con aquellos que ofrecieron su hospitalidad.

Katrielle cerró los ojos por unos instantes, mientras la sala volvía a llenarse de murmullos. Sabía a lo que se enfrentaba cuando supo que tendría una audiencia con Ergon de Lilibeth. "Está en la sangre", gritó uno de los magos que estaba en una de las filas comunes. Ergon volvió a levantar la mano, y el hombre calló instantáneamente.

— Primero osas traer tu apellido a este lugar, y no contenta, traes contigo al hijo del emperador y a un desertor de la maldita guardia imperial. ¿Qué motivos tengo para oír lo que tengas que decir?

— Padre, la muchacha no es culpable de los crímenes que cometió su familia en el pasado. — La hija de Ergon habló, sin mirar a su padre, con la mirada fija en el grupo. — Escuchemos lo que tengan para decir.

Ergon la miró, con la misma mirada severa con la que fulminaba al grupo, e hizo una seña con la mano indicando que tenían la palabra. Katrielle tragó saliva. Debía mostrarse segura, determinada, no dejar que las miradas acusadoras la intimidaran. Como formalidad, aunque la mayoría de los presentes la conociera, se presentó.

— Maestro Ergon. — Se inclinó levemente, en señal de respeto. — Mi nombre es Katrielle Vawynn. Hemos traído una donación, cortesía de la casa Venberos. — Hizo un ademán con la mano, destacando a Saphielle. Luego, a las bolsas que contenían el dinero y las armas. — Mis compañeros son magos, como nosotros, que hasta el día de hoy no habían tenido la posibilidad de conocer su verdadera naturaleza. Azghal Loyset y Galeran Jacquinot son magos, tal como nosotros, y ahora están de nuestro lado.

— ¿Qué tan segura estás de eso? — Preguntó la otra mujer. Su nombre era Ofelia Wenlock, jefa de uno de los pocos clanes de magos que aún existían en Zophia.

— Puedo leer la mente, Maestra Wenlock. Sus intenciones son nobles, le doy mi palabra.

— Tu palabra no tiene valor aquí, Vawynn. — Exclamó Ergon. Parecía tener un serio problema con el origen de Katrielle. — Has introducido al enemigo en nuestro cuartel.

— No son el enemigo, padre. — Replicó su hija, Lady Nerea — Son magos, como nosotros. Solo nacieron del lado equivocado. — Miró a Katrielle, guiñándole un ojo.

El mago no protesto. Miró a su hija con desaprobación, pero repitió el gesto que indicaba a Katrielle que podía continuar su exposición.

— Durante siglos hemos intentado encontrar al heredero legítimo de nuestro reino, aquel que tomará el trono del tirano que ocupa su lugar en el palacio real. Se que El Círculo perdió mucha gente en el proceso, y que han abandonado la idea hace mucho tiempo. Se que es una tontería pensarlo, pero quiero intentarlo una vez más. Quizás suene como una locura, pero tenemos una pista. — Hizo una pausa, y la sala se llenó de murmullos. Una vez más, Ergon llamó al silencio. — Edulbo descubrió algo que podría ayudarnos, un escrito. En el mencionan una piedra capaz de identificar a aquellos que portan la vieja sangre. Según las páginas, la reliquia está en Vakeria.

Ergon empezó a reír. Primero, levemente. Luego, a carcajadas.

— En resumidas cuentas, tu plan es el siguiente: ir con un grupo de magos que no puede siquiera realizar un simple conjuro, en busca de una reliquia milenaria que nos ayudará a encontrar al heredero prometido. — Se tomó unos segundos, sin quitar la mirada de los ojos de Katrielle. — La respuesta es no. No permitiré que arriesgues la vida de esos jóvenes por tus ambiciones.

— Esos jóvenes están dispuestos a hacerlo. — Respondió Nerea. — O no estarían aquí. Quizás sean inexpertos, pero incluso yo, que carezco de las habilidades de Katrielle, puedo notar su potencial.

Ergon observó a su hija, pensativo. Se puso de pie, mirando al grupo.

— Nos tomaremos unos minutos para debatirlo, y les daré mi decisión.

Con un chasquido, se creó una burbuja al rededor de los siete. Katrielle ya había hablado, ahora debían esperar.

Lyndis Graves:

Ante el reconocimiento de Azurea, el pecho de Lyndis se ensanchó, su modo de “servicio al cliente” soltándose un poco. Sus brazos se cruzaron sobre su pecho, y su expresión asumió una autosatisfacción y orgullo dignas de un viejo perro de los negocios.

”Fu fu fu~” Rió Lyn, ”Veo que tienes un ojo experto para la Calidad, querida Azurea~ ¡Así es! ¡Los mismísimos dueños del futuro Imperio de Patatas Graves! Realmente conoces tus patatas bastante bien, ¿no? Pero con adulaciones así no llegarás a ningún la- Un momento” Lyndis detuvo su pequeño discurso, mientras recordaba cuál de sus siempre ilustres clientes compartía el apellido de la chica frente a ella. ”¡Oh por Diós! ¡¡Tu eres de la panadería Hagrest!! Lazo-sui siempre trae una caja de pasteles cuando les reparte sus pedidos!! Me encantan sus bollos de crema y sus rollos de canela.. Y sus masitas de queso!!” Mientras Lyn hablaba emocionada, sus expresivas manos habían alcanzado las de Azurea, y sosteniendolas, las agitaba de arriba a abajo con pequeños brincos de emoción mientras enumeraba los productos de la chica que tanto le gustaban.

Su efusión fué detenida de manera súbita por la introducción de los dos chicos. Primero se dirigió a responderle a Raikel, guiñándole el ojo con una pequeña sonrisa sabionda. ”Fu fu fu~ Un buen vendedor siempre tiene la nariz puesta en una potencial venta, ¿no crees~? Pero… Si.. La manera en que nos miran es un poco extraña.. Pero Lazo-sui no se ve preocupado, así que no debe ser demasiado importante.” Sonrió, tornándose hacia la pregunta de Razvan hacia ella y Raikel, para dar su pequeña recolección de los hechos.

”Bueno… Lo que recuerdo fué que tuve una explosión cuando un maldito ratero le trató de robar su bolsa a Raikel aquí, y luego no recuerdo nada hasta que desperté junto a Lazo-sui y Púrpu- digo, Katrielle-sio. Pero se que nos salvó a Lazo-sui y a mí.” Sonrió felizmente. ”Sabiendo eso, y lo que estaba sufriendo ella y sus amigos magos, ¿como podría decirle que no cuando nos preguntó si la ayudaríamos?” Lyn respondió. Era evidente que no tenía más motivaciones que esa para ayudar a Kat, pero incluso así, su lealtad ante ella se notaba. Respondido esto, por fin extendió su mano hacia sus nuevos compañeros, y se presentó formalmente.

”Un gusto Azurea, Raikel, Razvan; probablemente ya me escucharon, pero soy Lyndis, ¡encantada de conocerlos!”


Lazarus Graves:

Lazarus recibió cuidadosamente los lentes de Galeran, asintiendo con la cabeza mientras los ponía entre las palmas de sus manos. Su pulgar gentilmente trazando las líneas de trizadura de los cristales.

”Así es. Mi tío empezó a enseñarme más o menos a tu edad.. Así que he tenido tiempo para experimentar.” Mientras hablaba, su pulgar comenzó a moverse mucho más lento en el cristal. Esta era otra aplicación que había descubierto hacia bastante tiempo: El vidrio, siendo solo arena refinada, también era un mineral.. Y si era un mineral, Lazarus podía controlarlo. Sabiendo que los lentes tenían una estructura especial para que su usuario pudiera ver a través de ellos, Lazarus fué cuidadoso de simplemente mantenerse en las líneas. Lentamente, Galeran podría ver como cuando los dedos de lazarus pasaban sobre la superficie de sus lentes,  las líneas de quiebre en los cristales se unían como si no hubiera pasado nada. ”Nunca creí que la usaría para pelear, realmente. Más bien era como una tradición familiar que pasarle a mis hijos en el futuro.. Pero bueno.” La mirada de Lazarus, mientras terminaba, se dirigió hacia Lyndis que hablaba contenta con el pequeño grupo. Lo hacía feliz verla hablando con chicos de su edad, no habían demasiados en el pueblo del que venían. ”A veces tienes que proteger lo que te importa, ¿sabes?” Dicho esto, le devolvió sus lentes a Galeran. Los cristales estaban en perfecto estado, pero no sabía si su habilidad había afectado la capacidad de arreglar la vista de Galeran de los anteojos.

”Oye” le dijo Lazarus, tratando de invocar algunas palabras para hacerlo sentir mejor. ”No te preocupes, los enanos son temperamentales, ¿sabes? Más de una vez he ido a los puños con uno porque el muy hijo de barbuda no quería pagar precio completo por un saco de papas” Rió, apuntando a el enano que se fué a la barra.. Que ahora era un mediano enmascarado. ”... Y los medianos unos mentirosos triquiñuelos.” siguió, calmado pero sorprendido por el súbito cambio de especie del personaje. ”No te lo tomes demasiado enserio. ¿Que tal tu? ¿Ya empezaste a usar tu magia?”

Prontamente fueron interrumpidos, cortando su conversación cuando Soonya les advirtió que Galeran y… ¿Loyset? tendrían que quedarse atrás. Esto sorprendió a Lazarus, quién miró al otro chico rubio del grupo. ¿Sería un rehén?

”Huh.. Asi que teníamos un Loyset en nuestras manos. ¿Quién lo hubiera pensado?” Lazarus le puso una mano en el hombro a Galeran. ”Bueno Galeran, nos veremos al rato. No te dejes intimidar por estos tipos, eres guardia, probablemente has lidiado con peores, ¿sabes?” Le sonrió levemente. Por su tono, no sabrías que era un chiste; pero definitivamente intentaba ser uno. Dicho esto, siguió a los demás en el grupo.


[...]

Atravesando el largo pasillo, Lazarus se preguntó si realmente el orfanato era así de grande.. No lo parecía por fuera. Eventualmente, desembocaron en la sala de audiencias. Lyndis quedó boquiabierta, esto era realmente lo que esperaba cuando entraron por primera vez al recinto. Múltiples voces murmuraban a su alrededor, mientras Lazarus y Lyn observaban sus alrededores. Las manos de Lazarus se encontraban en los bolsillos de su chaqueta, y las de Lyn extendidas hacia afuera junto a sus caderas.

Mirando a Los Siete, Lazarus no pudo evitar sentir la presión de su presencia. Casi instintivamente, su resonancia se activó; a mucho de su pesar. Con su resonancia activada, Lazarus pudo sentir claramente el nivel de mana que emanaban estos seres. Su corazón latió fuertemente. El no era para nada debil, de hecho, la frecuencia de muchos de los magos en los asientos era débil… Era la primera vez que Lazarus tenía la oportunidad de observar a tantos magos. Katrielle frente a el tenía una frecuencia bastante fuerte… De igual manera el mediano, cuya frecuencia casi se igualaba a la de Los Siete. Lazarus no estaba mal en su propia medida, pero lo que más le impactaba.. Era que su propio tío Gilbert estaba en un nivel comparable al de Los Siete.

Del corto intercambio, Lazarus extrajo bastante información.

El líder se llamaba Ergon, su hija, ni idea, y la única otra mujer de los Siete, Wenlock. Ergon era estoico y escéptico. Estaba bien, tenía que serlo. Su hija se notaba bastante más inclinada a apoyar su causa. Tal vez era porque compartían una edad más o menos similar. Wenlock se mostraba estoica, pero razonable… Y era evidente que Ergon tenía algo contra el linaje de Katrielle. La había acusado de que sus antepasados asesinaron a sus anfitriones… Un resentimiento que, al parecer, compartían otros ahí. Por el lenguaje corporal de Kat, Lazarus pudo comprender que las acusaciones y el desdén que tenía el consejo de ella la afectaba profundamente. Sin embargo, se mantuvo perseverante a demostrar su causa.

Lyndis estaba roja de rabia por la manera en que trataban a Katrielle. ¡No había derecho! ¡Ella estaba haciendo mucho por los magos, no era justo que la trataran de esa manera! Estuvo a casi nada de gritarle al tal Maestro Ergon, pero una mano de Lazo-sui en su cabeza la detuvo. Ella lo miró con sus mejillas infladas de rabia, pero Lazarus solo le guiñó el ojo. Esto fue suficiente para que Lyn cruzara sus brazos indignada, pero se mantuviera callada. Lazo-sui siempre hacía eso cuando tenía una idea, y generalmente salían adelante.

Luego de que Los Siete se ocultaran en su pequeña burbuja, un murmullo recorrió el salón. Todos los magos hablaban entre ellos. Lazarus le tocó el brazo a Lyn con su codo, y se aproximaron hacia Katrielle. La mano de Lazarus se puso en su hombro, y con una sonrisa calmada la miró mientras Lyn hablaba.

”Nosotros creemos en tí Púrpura-sio, no te preocupes!” Sonrió Lyn, dándole una mirada a su hermano. ”Lazo-sui tiene una idea!”

Lazarus suspiró levemente ante la motivación de su hermanita. Realmente lo conocía demasiado bien, y ponía demasiada fe en el. Sin embargo, su calmada sonrisa no se desvanecía.

”No diría que es una idea. Pero al menos puedo decir que solo 7 de nuestros reclutas son primerizos.. Con tu poder, el mío, y el de tu amigo, podríamos tener suficiente apalancamiento para convencer al consejo. Después de todo, cada uno solo debería enseñarle a 2 o 3 de los demas… Eso es...” Lazarus miró una vez más al mediano, que mantenía su máscara de sombras. Asumía que este era el tal “Larrabeña” que mencionó el Maestro Ergon. ”...Si el mediano está de acuerdo con cooperar. ¿Que dices, Larrabeña?”

Razvan se sentía entre maravillado y muy nervioso por todo el despliegue de la asamblea. Algo parecido pasaba con Edulbo, él tenía experiencia en asambleas muchísimo mas modestas y "horizontales" que una puta audiencia con los renombrados Siete. Para que la escopaestesia no le partiera la cabeza, se vio obligado a bloquear las señales poniéndose su sombrero.
No lo tomo para nada bien ese ataque gratuita contra su amiga por su linaje, mucho menos cuando el mismisimo Ergon dijo su verdadera apellido en frente de tanta gente. Sin embargo no veía un momento para intervenir y de paso aportar su granito de arena mostrando las escrituras que dijo Kat que revelan la existencia de la mentada reliquia. Cuando mas o menos podia decir algo, los Siete se aislaron en su burbuja mágica.
Cuando uno de los hermanos Graves le habló para proponer ser uno de los tutores que le enseñe magia a los recluta, Edulbo lo pensó seriamente. No lo haría exactamente porque tenga una vocación pedagógica o porque tenga un peculiar interés en ellos, se involucraría para convertirlos en efectivos que estén a disposición de El Circulo. No obstante, no pudo no evitar hacer una mueca de molestia cuando el hombre dijo su apellido, una muesca que hasta era visible estando detrás de su pasamontañas.

Edulbo:- Con gusto ayudare a convertirlos en magos funcionales, siempre y cuando pongan voluntad de su parte y demuestran una capacidad que no sea mediocre.