Adolescencia Fluorescente [Priv. Roseliz]

Mis expectativas se habían equivocado, no era una sanadora a base de magia. ¡Qué he hecho! Nunca hice algo tan estúpido, pero hubiera sido aún mas estúpido si no fuera lo que fuera, un vampiro de mi tipo.

Me agaché y tomé el dedo cortado, lo acerqué a la mano herida y la sangre se encargaría de reconstruirlo, aún así, no había sentido un dolor así en mucho tiempo, por un lado fue lindo... Y por otro lado fue bastante estúpido.

Tardó unos 30 segundos reconstruirse por completo, al lograrlo moví la mano a todos lados para comprobar que no había ya ningún problema.

Julian: Disculpe... creí que era... una maga... Por eso de su agilidad sobrenatural... Lo siento.

Bajé la cabeza sintiéndome culpable, como correspondía, algo tan estúpido de mi parte... ¿Qué hubiera pasado si no fuera un vampiro? Esto pasa por no pensar bien las cosas, pude habérselo preguntado y haberme ahorrado esto.

La comunicación no estaba resultando de maravillas, y no íbamos a progresar mucho a este paso, ni como amistad ni como Maestra y Alumno.
¿Cómo empezar con un tema de conversación? Con algo que todos gustan, música.

¿Qué genero le gustarán? Había tanta cantidad, ni siquiera tenía mi reproductor de música aquí, pues to que creía iba a ser algo rápido, pero no fue así, y por lo tanto, mi subestimar llevo a esta consecuencia.

Debía tratar de hacerlo con la pregunta base que fue ejecutada simplemente con un respiro suave y sentarme en frente de ella.

Julian: Amelia... ¿Qué música le gusta?

Luego de realizar la incógnita, miré hacia la ventana, la luz estaba cerca de tocarnos a ambos.

Bueno, si íbamos al caso, no salió como esperaba... Creí que le gustaría algo mas festivo... alocado, como a mí, y si ese era el caso, podríamos terminar mejorando la amistad, ya que teníamos un pequeño gusto en común.

Tuve miedo de decir lo que a mi me gustaba, pues era todo lo contrario a lo que ella... Pero tomé fuerzas antes de que la luz me tocara y hablé sin miedos.

Julian: Pues a mí me gusta el Rock... Ya sabe... Rock... Guitarras, batería, bajo y una voz... Nada calmo como lo es la música clásica en mi opinión...

Poco a poco la luz comenzaba a tocarme y sentía un pequeño ardor pero no mas que un picor de abeja. No me hacían nada salvo provocar dolor y era algo que agradecía.

Me alejé un poco de la luz y froté la parte de mi pierna afectada por el espectro. El picor se había hecho algo tedioso rápidamente, no sabía por qué, solía aguantar mas tiempo.

Reí ante mi propia reacción, y correspondiente a su pregunta agregué.

Julian: Como pudo ver, huir de la luz - Ríe - Es algo que odio de ser Vampiro... aparte de la intensa hambre... Uno mismo no se complace con la comida de ustedes, humanos comunes... No... Aveces hay que ir en busca del alimento esencial para alguien como yo... y eso hago...

Sentí que mi comentario estaba de mas y traté de responder seriamente.

Julian: Aparte de escuchar música, la compongo y soy escritor.

Negué con la cabeza, tan solo había sido una picadura de nada, pero exponerme tanto terminaba siendo agobiante ( como ya había mencionado).
Me acerqué a ella, por mas que los rayos de sol golpearan mis piernas y la llevé a un rincón del aula tomándola del brazo.

Cuando llegamos a ese rincón pensé en algún tema de conversación... Era demasiado seria para ponerse a hablar de incoherencias o intentar hacerla... ¡ESO ES! Pero... ¿Con qué iniciar?

Julian: Bien... Ya que estamos, cuente algunas anécdotas suyas, y yo les diré algunas mías, ¿Le parece? Así tendremos un poco mas de confianza.

El observas que inclinó la cabeza hacia abajo daba señal de que no fue una buena idea hacer la pregunta, tal ves algo malo en su pasado... Algo que la haya marcado impedía que quisiera decir algo sobre ello.

¿Anécdotas mías? Pues, si algo que quería era sacarle una sonrisa, debía conocer poco a poco su sentido del humor, y bueno, mis anecdotas, muchas de ellas se centraban básicamente en eso.

Julian: Pues, si le soy sincero, desde muy pequeño me llamaban "Lauchi" por Laucha ; el Roedor; ya que era tan pequeño... la gente tenía miedo de andar caminando en la calle y pisarme - Hice gestos algo tontos, para demostrar que también era gracioso, como poner mi mano adelante y aplastar la palma con el puño opuesto - Incluso comía queso como una rata, le juro que aún no se me va esa costumbre...

Solo esperaba tener algo de queso cerca, el solo hablar de el ya me causaba hambre... Y como había mencionado, no tardaría en comerlo como una "Laucha" .

Julian: Si tienes Queso estaré mas que agradecido.

Sonreí y me acerqué a la mesa, parecía que había cuidado que no estuviera muy cerca de los rayos del sol para que no me molestaran.
Agradecía que en una de mis manos tenía las garras aún puestas, y esa mano por supuesto era la derecha.
No sería necesario cortar el Pan o el queso con cuchillos, las Garras podrían encargarse de eso. Me las quité y las dejé sobre la mesa... Reaccioné ante mi acción tan tonta.

Tomé las extensiones de hierro y las limpié con el pequeño mantel. Seguro estaban mas limpios que mi ropa, no había duda.

Luego de hacer lo mencionado las dejé sobre la mesa y las señalé.

Julian: si necesita un cuchillo ahí tiene las garras, ponérselas en los dedos y úselas sin miedo... pero no se corte, por favor.

Saboreé el pan con el queso encima, no había sentido mejor sabor nunca antes en mi vida, se sentía fácilmente que era artesanal y no de esos que venden de máquina. Sin duda la que la preparó merecía una medalla.

Luego de "devorar" la comida aplaudí varias veces algo bajo y sonreí, ese queso me había sacado de un momento horrendo... Raro, pero genial.

Miré a mi Maestra y a punto de preguntarle quien lo hizo traté de deducir que tal ves ella lo había hecho. Era una posibilidad, aunque no tenía pinta de panadera o de cocinera... Sin embargo la posibilidad quedaba en el medio y me arriesgué a preguntar.

Julian: Sinceramente, está genial, no había comido un queso como este nunca antes... ¿Lo hizo usted?

Corté otra rodaja y la posicioné sobre el pan de nuevo para dirigirla a mi boca directamente y darle un pequeño mordisco y degustarlo lentamente.

Correspondió al contacto visual, no me detuve por ello y seguía mirándola a los ojos, La respuesta estaba en sus ojos... Su secreto... se encontraba allí, pero no podía descifrarlo, al punto en el cual debía hacer que ella dejara de mirarme a mi, para que yo lo hiciera.
Era obvio... no podía desviar mi mirada de la suya aún...

Ojos celestes... Celestes... ¿Como me podía desviar de esos ojos? Debía buscar una manera que no fuera tan despistada... y no quedara tan mal después de todo.

Julian: Maestra... Usted tiene unos ojos muy bellos...

Su sonrisa me indicó que no cedería, y era obvio que yo tampoco lo haría,  Tan solo por un momento preferí desviar la mirada y hacer caer los parpados ocultando las iris de ambos órganos oculares.
Al abrirlos estaban apuntando hacia otro lugar, no mas que una mirada baja y dirigida a un extremo de la habitación.

Casi por un momento adoraba la libertad de ser ya huérfano. Mis padres nunca entendieron que lo que yo sufría no era una enfermedad, era un don, una virtud, algo que ningún otro humano que no disfrute de las mismas cualidades entendería.

Julian: ¿Por un momento no ha sentido que su "don" la convierte en un monstruo?

Suspiré y miré el cuchillo nuevamente, ese cambio que destruyó toda una familia... Ella tal ves podría ser mi nueva familia, pero sería mejor que no supiera que quería eso.